El cuarto trabajo solista del cantautor jujeño,
anticipado como álbum de descarga digital, finalmente aparece en formato
físico. En él reafirma su compromiso popular a través de elaboradas letras y
melodías.
Bruno Arias
“El derecho de vivir en paz”
Pogo Andino Producciones
(DBN 00052377)
Grabado en 2015. Publicado en 2016
Edición argentina
Bruno Arias nació en El Carmen, provincia de Jujuy,
en 1979. Comenzó a tocar guitarra en su adolescencia, incentivado por el ambiente
bohemio que se vivía en la casa de “La Yuli”, una especie de peña informal en
que se armaban ruedas de guitarristas y cantores populares. Diez años después
de esa experiencia “fundante”, Bruno llegó a la ciudad de Buenos Aires y pronto
se vinculó con artistas de la talla de Mercedes
Sosa, León Gieco y Ángela Irene,
entre muchos otros. Su participación en el Festival Folklórico de Cosquín en
2004 lo lanzó a la popularidad en todo el país. Un año después grabo su primer
disco, “Changuito volador”, con un
repertorio de carnavalitos, huaynos y
chacareras, incluyendo un par de creaciones propias. El compromiso del artista con los pueblos
originarios y contra la minería contaminante se materializó en sus canciones y
en su acción concreta de difusión a través de sus conciertos en todo el
territorio argentino.
“Atierrizaje” (2007) y “Kolla en la ciudad” (2012) profundizan el compromiso ético y
estético de Bruno a través de diferentes ritmos, espacialmente del Noroeste
argentino. Aquel año impulsa el proyecto
colectivo El bondi cultural, que
suma cantores de las provincias de Buenos Aires, Santiago del Estero y
Tucumán. En 2013 participa nuevamente
del Festival de Cosquín, donde obtiene el premio Consagración. El año siguiente
presenta junto a la Bruja Salguero
el disco que grabaron juntos, “Madre
Tierra”, mientras continúa participando en numerosos espacios artísticos
del todo el país.
Bruno Arias
(foto: Archivo
Trova Andina)
El derecho de vivir en paz es el título de un
disco y de una de las canciones más conocidas de Víctor Jara. Director de
teatro, compositor y cantante popular, Víctor plasmó su compromiso social a
través de su arte. Compuesta en 1970, El
derecho…contó con el aporte del grupo de rock Blops, en una acción que
Víctor calificó como “invasión de la invasión cultural”. Casi medio siglo después de aquella edición,
Bruno Arias rescata el espíritu de la canción que, más allá de un lugar
geográfico específico, reafirma su dolorosa vigencia.
La canción Marta Juana González (Diego Luis Torres, José Martín
Mamonde y Gonzalo Mamonde) trae el vivo recuerdo de la maestra y militante cordobesa
detenida y desaparecida en agosto de 1975, contrastando con la opaca figura de
sus opresores. La versión de Bruno es emotiva y ayuda a difundir la obra de
aquellos a quienes, inútilmente, quisieron acallar. Por su parte, Huáncar
nos retrata detalladamente los colores y dolores de esta localidad
jujeña y sus pobladores. Pertenece autoralmente a Luis Bernal, y ha sido
compuesta para el grupo Gallega Rock en 2014.
El derecho de vivir en paz (Víctor Jara)
recrea, en una tranquila versión, el clamor que desde los 70 llega hasta
nuestros días. Los mismos agresores sojuzgan hoy a otras regiones del planeta,
actualizando la demanda de paz que tempranamente se alzó desde Latinoamérica
hacia el mundo. Marina Vilte, el otro Carnaval (José Antonio “Pachi” Alderete y
Bruno Arias) parece exorcizar con su
poesía, alegórica con las fiestas norteñas de Carnaval, el dolor por la
desaparición de la docente y militante sindical Marina Vilte, destacada
educadora de San Salvador de Jujuy.
Diferente es el clima que propone Florcitay
(Rubén Cruz y Bruno Arias), a través de sus coplas norteñas. La
delicada elaboración de cada canción y sus arreglos instrumentales entrelazan
las diferentes canciones, aun con diferentes ritmos y climas, creando en el
oyente una predisposición a escuchar atentamente cada una de las obras. Algarrobo
(León Cecenarro y Bruno Arias) continúa la temática de la naturaleza,
aunque bajo una historia largamente desarrollada, aunando diferentes hechos y
vivencias. Desde Juan Chelemín, curaca de los calchaquíes que resistieron con
valor la conquista europea, hasta la amenaza de la megaminería, el relato va
describiendo gráficamente el sentir del pueblo ante las difíciles realidades.
Un clima similar es el que nos propone Ave
de luz (Luciano Cañete y Bruno Arias) en inspiradas música y lírica:
Siempre un nuevo despertar
Con un sueño me abraza
Toco mi vientre y no estás
Para curar tus nanas
Siempre un nuevo despertar
Con un sueño me abraza
Contacto:
Saludos y buenaventura al blog. El motivo de mi mensaje es para comentarles que uno de los discos publicados de Bruno Arias se llama "Atierrizaje". Se agradece su corrección.
ResponderEliminarJorge: Muchas gracias por tu comentario. Efectivamente es como dices, el disco se titula "Atierrizaje", dato que hemos corregido. Un abrazo
EliminarEs para confundirse... Soy jujeño; y tengo los discos de Bruno. Te deseo lo mejor para vos y tu blog. Saludos cordiales.
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