Durante
los años 90 la casa matriz del sello EMI editó una serie de antologías a partir
de grabaciones de sus distintas filiales en el mundo. La colección, publicada
con el título genérico “Hemisphere”, incluyó a artistas latinoamericanos como
Carlos Gardel, Milton Nascimento, Los Van Van y Astor Piazzolla, entre otros.
El ejemplar que analizamos aquí incluye una interesante selección de música de
raíz folklórica andina.
“Music of the Andes”
Varios intérpretes
EMI 7243 8 28190 2 8
Año 1994
Publicado en
el Reino Unido
Si
bien preferimos la edición de discos originales a las antologías, éstas pueden
ser un buen motivo para comenzar a descubrir a artistas desconocidos. Si
tenemos en cuenta que este disco apareció en 1994, cuando aún no existía la
posibilidad de escuchar y bajar música por internet, estas ediciones bien
podían cumplir ese objetivo en públicos quizá no tan familiarizados con las
expresiones culturales de otros continentes.
Existen
varias líneas de análisis que comenzaremos a desarrollar. Uno de los primeros atractivos
de esta edición es que una gran cantidad de melodías (12 de un total de 17)
fueron registradas con anterioridad al golpe de Estado de 1973, constituyendo
un material histórico de primer nivel.
Cabe recordar que la junta militar que usurpó el poder en Chile prohibió
todo tipo de música relacionada con el gobierno de Salvador Allende y mandó a
destruir las matrices de los discos originales. El artista mejor representado
en esta antología, con 6 grabaciones, es Quilapayún,
nacido como trío en 1965 y devenido sexteto unos años después. De su álbum
debut “Quilapayún” (1966) podemos escuchar una obra original de su director,
Eduardo Carrasco, titulada El canto del cuculí. La creatividad
y fuerza expresiva de esta composición se suma a una obra popular argentina, Dos
palomitas, extraída del mismo disco.
De
“Quilapayún 3” (1968) se ha seleccionado Yaraví y huayno de la Quebrada de Humahuaca,
una hermosa melodía popular. Finalmente, de "Quilapayún 5” (1972) se han
extractado los temas Las obreras (popular boliviana), Tú (Eduardo
Carrasco) y Tan alta que está la luna (popular argentina). Si bien los
discos originales no han sido reeditados en CD, todos estos temas aparecieron
en Chile en el compilado “20 grandes éxitos” en 1992. Quilapayún desarrolló
tanto la interpretación de música instrumental andina como la creación de temas
propios asociados a la coyuntura social y política de la época. La asesoría de
Víctor Jara, en su doble calidad de músico y director teatral, ha sido
determinante en la trayectoria del conjunto.
Inti-Illimani
nació en
1967, conformado por estudiantes de la Universidad Técnica del Estado. La
formación que grabó los primeros cinco discos del grupo estuvo conformada por
Horacio Salinas, Horacio Durán, Max Berrú, Jorge Coulon y Ernesto Pérez de
Arce. Para EMI el conjunto grabó dos álbumes. De “Inti-Illimani” (1970) se
incluyen dos temas de sendos autores argentinos. Huajra es un hermoso tema
instrumental de Atahualpa Yupanqui adaptado por el grupo a las sonoridades
andinas, sumando a la guitarra original charango y aerófonos andinos. De otro
afamado guitarrista, Eduardo Falú, se incluye Fiesta puneña, en la
única grabación realizada por el grupo. El disco “Canto de pueblos andinos Vol.
1” (1973) está representado por Papel de plata (popular argentina), Subida
[Subiendo], del destacado compositor boliviano Ernesto Cavour y Amores
hallarás (Marco Vinicio Bedoya y Víctor Manuel Salgado). Cabe destacar
que Inti-Illimani regrabó varios de estos temas en el exilio, en dos volúmenes
que también se titularon “Canto de pueblos andinos”.
Víctor Jara,
nacido en
1932, ha sido una de las grandes personalidades de la cultura chilena. Se ha
destacado tanto en dirección teatral como en calidad de cantautor. Como solista grabó siete discos originales. De orígenes muy humildes, Jara
participó activamente en la campaña electoral de la Unidad Popular cuyo
candidato, Salvador Allende, asumió la Presidencia de la República en
septiembre de 1970. Durante el cruento
golpe militar que derrocó a Allende miles de chilenos identificados con el
gobierno popular fueron detenidos. Víctor y otros compañeros docentes fueron
llevados al Estadio Chile, donde unos días después militares golpistas se
ensañaron con el músico, asesinándolo cobardemente en ese recinto. Rubén Nouzeilles, productor de buena parte de
los temas que aparecen en este disco, escribió en el libreto de esta edición: “VICTOR JARA no salió de Chile y murió en
las contingencias de esos días”. El comentario es poco feliz ya que no
narra de manera exacta lo acontecido en ese momento. Del amplio material que ha
registrado el artista para EMI se incluye su versión de la tonada potosina El
tinku, cantada en idioma quechua con acompañamiento de charango.
Pertenece al disco original “Canto libre” de 1972.
El
conjunto Kollahuara nació en 1972 por
la fusión de dos grupos: Inkawara y Los del Kollasuyo. La formación integral
contaba con Jaime, Juan y Jorge Silva,
Mario Muñoz, Gastón Ribero y Juan René Quintanilla. A partir de sus
presentaciones en la “Peña de los Parra” uno de los dueños del recinto, el
cantautor Ángel Parra los presentó al sello EMI, para el que grabaron sus
primeros fonogramas. El primero de ellos es “Canto de pueblos andinos Vol.2”,
continuando la serie iniciada por Inti-Illimani. Se grabó en 1973, pero las
circunstancias del momento (el golpe de Estado y sus nefastas consecuencias) su
lanzamiento se aplazó hasta el año siguiente. De ese primer álbum se rescatan
aquí sus particulares versiones de El cóndor pasa (Daniel Alomía
Robles) y Canción y huayno (Mauro Núñez), que sentarían las bases de un
estilo diferente respecto a los conjuntos andinos conocidos hasta el
momento. En 1975 apareció el segundo
disco, tercer volumen de la citada serie, del cual fue extraída grabación de Vicuñita
(tradicional). Una interpretación de primer nivel que cierra este CD.
Los
dos únicos temas que no han sido producidos por Rubén Nouzeilles corresponden
al grupo Illapu, liderado por
Roberto Márquez. Este conjunto surgió en 1971 en Antofagasta. Sus integrantes
se radicaron al año siguiente en Santiago, la capital chilena, a fin de
encontrar mayores oportunidades de difundir su arte. Su primer disco, titulado “Música
andina” fue publicado por el sello Discoteca del Cantar Popular (DICAP). Illapu
gozó de extraordinaria popularidad en plena dictadura, especialmente con su
versión del Candombe para José, de
Roberto Ternán. La gente se sintió identificada con la lírica de la canción,
resignificándola en aquella época represiva. Si bien la mayor parte del
repertorio de Illapu tenía relación con obras instrumentales andinas, el
conjunto no se privó de registrar composiciones relacionadas con su sentir. En
1979 representó en varias oportunidades la cantata “El grito de la raza”, que
llegó a grabarse pero permaneció inédita por muchos años. En octubre de 1981,
cuando Illapu regresaba de una gira internacional, un decreto del régimen
fascista de Pinochet impidió a sus integrantes bajar en el Aeropuerto de Pudahuel,
debiendo comenzar un forzado exilio. Regresaron en 1988 y participaron en la
campaña por el “no” a la continuidad del dictador en el poder. Tres años
después registraron en los Estudios Filmocentro las canciones del disco “Vuelvo
amor…vuelvo vida”, con producción de Roberto Márquez. De este disco fueron
seleccionados los temas instrumentales Baila caporal y Sol de maíz, completando
una acertada antología para el mundo.
Video: Baila caporal
(C) 1991 EMI Odeon Chilena S.A.