Dos de los más célebres conjuntos
musicales chilenos vuelven a reunirse en el espectáculo “Música en la memoria”,
en homenaje a Salvador Allende, Víctor Jara y Pablo Neruda. Inti-Illimani
Histórico y Quilapayún tienen identidades bien definidas; aun así es mucho lo
que los une: surgen en el segundo lustro de los años 60 difundiendo y recreando
la música andina junto a nuevas creaciones, participan activamente de la vida
política y cultural durante el gobierno de la Unidad Popular y atraviesan un
largo exilio europeo durante el cual realizan nuevas búsquedas estéticas. La
conjunción de casi medio siglo musical puede apreciarse en los recitales
ofrecidos en Montevideo, Rosario, La Plata y Buenos Aires. A continuación
ofrecemos una reseña de lo acontecido en esta última ciudad.
Inti + Quila. Música en
la Memoria
Teatro Ópera
Avenida Corrientes 860
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Argentina
Jueves 22 de mayo de
2014
A partir de
los años 60 del pasado siglo, comienzan a surgir con mucha fuerza nuevas
manifestaciones artísticas englobadas bajo los nombres Nueva Canción o Nueva Trova, por
citar algunos de los más conocidos. En Sudamérica, la enorme labor de artistas
como Atahualpa Yupanqui y Violeta Parra comienza a ser emulada por nuevas
generaciones de músicos. Las características principales de estas nuevas
canciones son el rescate de ritmos tradicionales y las cuidadas letras que
hacen referencia a la realidad cotidiana del ser humano, lejos de aquellas
visiones idílicas “del paisaje y del amor”.
Y mientras que en Argentina Mercedes Sosa, Armando Tejada Gómez, Oscar
Matus y Tito Francia, entre otros artistas e intelectuales, suscriben el Nuevo Cancionero, en Chile se van dando
las condiciones para el surgimiento de muchos grupos y solistas que tiempo
después darán a conocer su arte bajo el rótulo de Nueva Canción Chilena: Víctor Jara, Patricio Manns, los hermanos
Isabel y Ángel Parra y los grupos Quilapayún e Inti-Illimani. El estudio del folklore
andino y sus instrumentos, la recreación de canciones de otros países
latinoamericanos y el surgimiento de un repertorio propio caracterizan el arte
de ambos conjuntos.
Guillermo García y Ricardo "Caíto" Venegas
América, novia mía, compuesta en 1965 por Patricio
Manns para su obra “El sueño americano”, es la canción elegida para dar inicio
al espectáculo. Voces e instrumentos recrean, por parte de ambos grupos, uno de
los títulos más celebrados del repertorio de Inti-Illimani. La honda emoción de este tema se funde, tras
los aplausos, con los acordes de la tonada potosina El tinku, con el charango
solista de Horacio Salinas. Es el
primero de los temas que evoca la figura de Víctor Jara (1932 -1973), cantautor
y director de teatro de gran trayectoria en la escena cultural chilena y
latinoamericana. Este primer segmento
con la participación plena de Inti-Illimani Histórico y Quilapayún se cierra
con Simón
Bolívar, pasaje de Rubén Lena e Isidro Contreras cuya interpretación se inspira en la versión
del dúo uruguayo Los Olimareños.
Horacio Salinas
Inti-Illimani
Histórico recrea Sensemayá (Canción para matar una culebra), poema de Nicolás
Guillén musicalizado por Horacio Salinas. Sonoras palabras de origen africano,
habituales en Guillén, cobran vida en la expresiva versión a través de inspiradas sonoridades. Otra
canción que llega desde Cuba es Drume, negrita, de Eliseo Grenet.
Grabada por Víctor Jara y Quilapayún en 1968, ha sido recreada por primera vez
por Inti-Illimani Histórico en 2010, como parte de su CD “Travesura”, inspirado
en temas infantiles. Se destacan los climas logrados por Camilo Salinas en acordeón.
Camilo Salinas
La partida, composición instrumental de Víctor
Jara, es recreada por ambos grupos, destacándose Fernando Carrasco en charango, Ismael
Oddó y Horacio Salinas en guitarras y las quenas de Ricardo Venegas y José
Seves. Es precisamente Seves, una de las voces más personales de los Inti,
quien recrea con firmeza Polo doliente, compuesta sobre un
poema de Aquiles Nazoa (1920 -1976), periodista y poeta venezolano.
Fernando Carrasco
Cándidos, de Eugenio Llona y José Seves, es una
ingeniosa obra cuya riqueza radica en el uso de palabras esdrújulas. En tanto Inga,
canción popular peruana, nos trae la musicalidad de la nación inca. Un
son para Portinari (Guillén – Salinas) es un homenaje al artista plástico
paulista Cândido Portinari (1903 -1962),
primer pintor sudamericano en tener una exposición individual en el
Museo de Arte Moderno de Nueva York. La
versión de Inti-Illimani emocionó a Mercedes Sosa al punto de incorporarla a su
repertorio.
José Seves
Siempre he pensado que el exilio exacerbó hasta la costumbre
aquella condición de sentir los espacios territoriales desdibujados en sus
límites, casi como si viviéramos el despojo de ataduras tribales y nacionales, y nuestra verdadera tierra
fuera aquella que no existe sino como un espacio poético y utópico que llevamos en el alma más que en
el pasaporte. (1) Las palabras de Horacio Salinas en su
libro “La canción en el sombrero” anticipan el espíritu del siguiente tema: El
Mercado de Testaccio. Compuesta un domingo de 1980, esta melodía que
suena italiana para muchos, sudamericana para otros, es una de las magníficas creaciones
que aparecen en el disco “Palimpsesto” (1981). Sin embargo tuvo su mayor difusión a
través de un fonograma compartido por dos eximios guitarristas—Paco Peña y John
Williams—titulado “Fragmentos de un sueño” (1984).
Lo que más quiero, de Violeta e Isabel Parra, conserva
los exquisitos arreglos vocales realizados por Luis Advis en 1971 especialmente
para las condiciones de Inti-Illimani. Musicalizado como joropo, el texto de
Violeta es vertido con altísima calidad. Fernando
Julio (contrabajo) realiza un especial aporte a la musicalidad del
conjunto. Esta parte del recital, vibrante y emotiva, se corona con la versión
compartida del tema instrumental de Salinas Tatatí, grabado por
primera vez en el disco “Autores chilenos” (1971). Su autor recuerda: Linda vida ha tenido “Tatatí”, sobre todo
cuando la escuchaba en los instantes previos a la cadena nacional en tiempos de
Salvador Allende. (2) Podemos apreciar la versión actual en
el siguiente video:
Fernando Julio
Continúa
Quilapayún con dos obras que no dejan a nadie indiferente: Plegaria a un labrador, una
de las composiciones más logradas y profundas de Víctor Jara y Qué
dirá el Santo Padre, sirilla de Violeta Parra en homenaje a Julián
Grimau, político comunista español ejecutado por la dictadura franquista en
1963. La pasión cede por unos minutos, dando paso a El cigarrito, de Víctor
Jara, destacándose como voz solista Ricardo
“Caíto” Venegas.
"Caíto" Venegas
Ismael Oddó es la voz cantante de Tío
Caimán (Carlos Francisco Chang Marín), una de las canciones que
caracterizan a Quilapayún por su sentido del humor. Contrasta con este tema una
de las últimas creaciones de Víctor Jara: Manifiesto, en la que Carlos Quezada asume la voz principal.
Carlos Quezada
Juana la cubana (Fito Olivares) retoma el ritmo
festivo en la voz de Ismael. Pertenece al CD “Solistas”, registrado en 2009 con
importantes invitados. De la “Cantata Santa María de Iquique”, de Luis Advis,
una de sus canciones más célebres: Vamos, mujer. Una vez más la genialidad del autor iquiqueño se manifiesta a
través de la superposición de voces y vientos como recurso expresivo.
Guillermo García
Uno de los
temas grabados en 1969 en el disco “Basta” está de regreso: se trata de la
canción popular mexicana Carabina 30 – 30. Danilo Donoso, integrante
de Inti-Illimani Histórico y habitual colaborador de Quilapayún, se destaca en
las percusiones.
Danilo Donoso
Mi patria era sauces,
alerces y nieve,
canelos oscuros, la flor de Pomaire,
doncella de yeso en azul de los cielos,
aromos flotando entre viejos volcanes,
mi patria era sauces, alerces y nieve.
Los versos
de Fernando Alegría con música de Eduardo
Carrasco, líder histórico de Quilapayún, forman parte de la canción Mi
Patria, grabada durante el exilio (1976) evocando con añoranza y
ternura la tierra natal.
Video: Mi Patria
Eduardo Carrasco
Se suman los
integrantes de Inti-Illimani Histórico para la interpretación conjunta de Ventolera,
tema instrumental de Carrasco y Hugo Lagos, con percusión compartida
por Danilo y Hermes Villa Lobos, quien
también interpreta con maestría la flauta traversa y la quena.
Hermes Villa Lobos
Una obra
poco conocida a este lado de la Cordillera es la elegía “Canto para una semilla”.
Se trata de décimas a través de las
cuales Violeta Parra cuenta parte de su vida. Luis Advis tomó varias de estas
décimas y las musicalizó tomando en cuenta las posibilidades interpretativas de
Isabel Parra e Inti-Illimani. En la actualidad, “Canto para una semilla” (1972)
vive en Chile una etapa de revalorización por parte de nuevos grupos musicales.
Inti + Quila nos ofrecen una de sus canciones: La esperanza, que
comienza con la voz solista de José Seves.
Video: La esperanza
Rubén Escudero
Malembe, recreada por Quilapayún a partir de
una canción tradicional cubana, da rienda suelta al histrionismo de Ricardo Venegas. Luego ambos grupos
vuelven a reunirse para entonar La muralla (N. Guillén – Quilapayún)
y El
aparecido, de Víctor Jara. Ricardo Venegas y José Seves tocan quenas y
Hermes la flauta traversa.
Ricardo Venegas e Ismael Oddó
En el último
tramo del generoso recital podemos disfrutar de la Canción final de la
citada Cantata Santa María de Iquique, cuya versión tomada de una copia del
master aparecerá próximamente en los formatos de vinilo y disco compacto. En Samba landó (P. Manns – H. Salinas –
J. Seves) cantan José y Horacio. Ismael toca el güiro y Hermes el instrumento
conocido como cowbell. Como actuación
singular, en la mitad de la canción la música se detiene y todos parecen quedar
“congelados”, como en un programa televisivo. Comienza una melodía y retoman
los compases de Samba landó, cantada por
José y Horacio, sumándose el resto de las voces hacia el final.
Ismael Oddó
Como bises,
dos temas bien diferentes: el primero, El pueblo unido jamás será vencido (Sergio
Ortega y Quilapayún) y el segundo, una sorpresa. Tras el supuesto retiro del
escenario, todos los músicos se dirigen hacia el borde del mismo y se paran alineadamente mirando al público para entonar a capella la bellísima creación de Patricio Manns y Horacio Salinas Palimpsesto.
La magnificencia de este tema musical es el broche de
oro para un espectáculo inolvidable.
Notas
(1)
Horacio
Salinas: “La canción y el sombrero (Historia de la música de Inti-Illimani). Editorial
Catalonia, Santiago de Chile, 2013
(2)
Op. Cit. Pág. 50
Agradecimientos
especiales a Silvia Majul, Eduardo Fisicaro y Vicho Cortés
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