Sanata Bar
Sarmiento 3501
Ciudad de Buenos Aires
Lunes 11 de marzo de 2013
Como
antesala del Festival de Tango
Independiente 2013, el dúo integrado por Rubén Mirés y Javier Moreira
comienza la temporada de presentaciones porteñas. Con una sólida formación
musical y un amplio repertorio signado por el buen gusto y la búsqueda que
conjuga lo tradicional con lo novedoso, Rubén y Javier nos ofrecen un
interesantísimo recital. Guitarra y charango comienzan a sonar a partir de la
chacarera La nadita, de don Atahualpa Yupanqui, quien la grabara por
primera vez a finales de los años ’60 en España. La conocida cueca Urubamba,
de Jorge Milchberg, reafirma la sabiduría de los intérpretes en la
elección de los temas: perfectamente adaptada para sus instrumentos, esta cueca
suena vivaz y siempre renovada, plena de sentimiento.
Javier Moreira
El Romance
anónimo, popularizado por el guitarrista Narciso Yepes, es una hermosa
pieza tocada magistralmente por Rubén Mirés. Esta melodía se funde con los
acordes del vals Quiero ser tu sombra, de Zulema Alcayaga y Héctor Adolfo
Quattromano, a través del cual el dúo se luce plenamente.
La “sección
andina” del concierto está protagonizada por temas muy populares: Subida,
del compositor boliviano Ernesto Cavour, La partida, el tema
instrumental más conocido de Víctor Jara y el “enganchado” Mis llamitas / Campanitas, compuesto
por sendos bailecitos de Ernesto Cavour y Alfredo Domínguez. Pero el Dúo Mirés –
Moreira no sólo interpreta creaciones de otros autores, sino que también aporta
sus propias composiciones. La primera de ellas es Terracitas de Tilcara, tocada
con charango y ronroco. Una linda melodía inspirada en los viajes de los
músicos a esta hermosa ciudad jujeña ubicada en el centro de la Quebrada de
Humahuaca.
Rubén Mirés
Y si bien el
recital no estaba encuadrado oficialmente en el Festival de Tango, Javier y Rubén
interpretan dos obras de este género que los organizadores del evento no dudan
en registrar en imagen y sonido. La
primera es Nostalgias, de Enrique Cadícamo y Juan Carlos Cobián, versión
que aporta sutiles variaciones en los arreglos que la realzan aun más. La
segunda es una obra propia titulada Mutatis, en la que el dúo realiza
una interesante experimentación sonora sobre el popular ritmo porteño.
Por su
parte, Laberintos surge de la improvisación de Rubén y Javier a través
de sus respectivos instrumentos, proyectando una serie de sonoridades que,
lejos de tornarse caóticas, adquieren una especial síntesis o amalgama que las
vierte en una composición de gran interés. El tema comienza lento; cuando su
velocidad aumenta se produce el entrecruce de ambos cordófonos al que parece
aludir el título de la rica composición.
La
tradicional cueca andina La bolivianita y la exquisita Camino
a Potosí, del charanguista y compositor chileno Freddy Torrealba
cierran un espectáculo notable que dota a Rubén Mirés y Javier Morerira de una
merecida proyección internacional.
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