Entre los días 16 y 19 de abril se
realizó en la ciudad “Cuna de la Bandera” el II Festival Nacional (XI Festival
Internacional) Charangos del Mundo. El
evento ha contado con charlas didácticas, talleres, exposición de luthería y
conciertos de importantes conjuntos y solistas de nivel internacional.
Festival Internacional
Charangos del Mundo
Centro Cultural Roberto Fontanarrosa
San Martín 1080
Rosario
Provincia de Santa Fe
Argentina
Jueves 16 de abril de
2015
MASTER
CLASS: “El abordaje técnico del charango”
Por
Nicolás Faes Micheloud
PARANÁ (E. R.) ARGENTINA
Nicolás Faes Micheloud comenzó a apasionarse por el charango
a sus dieciséis años, escuchando grabaciones de don Jaime Torres. Pronto compraría su primer instrumento en una
feria de artesanos, dando inicio a una promisoria carrera musical. Nicolás ha
estudiado con los maestros Juan Carlos
Cirigliano (armonía y composición) y Silvia Teijeira (lenguaje académico en la
música latinoamericana). Posteriormente, el joven músico comenzó a descubrir
las sonoridades de un nuevo instrumento, el hatun
charango, de la mano de su creador, el compositor peruano Federico
Tarazona. Actualmente Nicolás es charanguista estable del conjunto Sonqo Mapu y
docente de música de la UADER, Universidad Autónoma de Entre Ríos. Ha
participado en importantes eventos como “Sonamos Charangos” (junio de 2014) y
“VI Festival de Tiple” (Bogotá, Colombia, abril de 2015) y compartido escenario
con Zamba Quipildor, Markama y Único Trío de Colombia, además de ser miembro
fundador del Festival Charangos del Mundo.
En este
taller, Nicolás disertó sobre el Abordaje
técnico en la preinterpretación, que permite la prevención de lesiones y el
ordenamiento de la interpretación. Dio a
conocer a los alumnos participantes las mejores posturas y el trabajo con dos
tipos de articulaciones: el ataque de
media falange y el ataque de falange completa. Esta
técnica, practicada en detalle en esta clase maestra, permite aprovechar los
colores tímbricos, brindando mayores recursos en la interpretación del charango.
Otros
ejercicios están basados en el desplazamiento
por semitonos, series diatónicas
(digitación sobre las mismas cuerdas), variantes del Círculo de Quintas, Series Cromáticas y Arpegios.
Página oficial:
CONCIERTO:
Alelí Acuña Barrenechea, destacada periodista y locutora, ha
conducido varias ediciones de este Festival. El acierto de los organizadores en
convocar nuevamente a Alelí se traduce en una lúcida interacción con cada uno
de los músicos y luthiers en subir a escena. El primero de los artistas llega
del vecino país, Chile.
FERNANDO
CHARANGUITO
Con
antu castro
Valparaíso – chile
Nacido en
1967, Fernando Gajardo ha
desarrollado una importante labor artística en Chile. Ha estudiado en la
Universidad Católica de Valparaíso y trabaja actualmente en el Centro de Danza
Espiral, fundado por Joan Jara y Patricio Bunster, y en la Universidad Academia
de Humanismo Cristiano. Es director musical de la Banda de Bronces de Folklore Andino “La Bandalismo” y del grupo “Los Murciélagos”, ambos de Valparaíso.
También forma parte del conjunto santiaguino “Transporte Urbano”, que posee más de tres décadas de trayectoria.
Como solista de charango, Fernando ha participado del Festival Charangos del Mundo en Cusco 2012 y México 2013. Su
tercera participación en este evento, su primera vez en Argentina, lo encuentra
acompañado por el guitarrista Antu
Castro.
Fernando Charanguito
Las dos
primeras melodías son novedades en el repertorio de Charanguito: Aires andinos y Pilo Pilo, este último
un tema de largo aliento dedicado a su pareja. Se evidencia una interesante búsqueda que
funde elementos de raíz folklórica con sonoridades del jazz, el rock y otras
músicas contemporáneas. Antu Castro (guitarra,
vientos) acompaña con solvencia al artista trasandino realizando un importante
aporte a los diferentes climas generados por las melodías y canciones de su
amplio repertorio. Al igual que muchos de sus contemporáneos, Fernando posee la
amplia visión musical que ha dado el desarrollo urbano del charango y su
música.
Antu Castro
Tango de la mar ha sido compuesto para la coreografía
“La mar” en homenaje a los pescadores de Valparaíso, y es una de las creaciones
pensadas originalmente para la Bandalismo.
Con este conjunto, Fernando ha participado en el norte chileno de la famosa
Fiesta de la Tirana, realizada el 16 de julio en honor a la Virgen del Carmen. Con
influencias nortinas surgen Huayleando
y Huyaño de Tupac, temas donde una vez más aparece la reivindicación de los pueblos originarios y
el clima festivo propio de estos ritmos.
Nos vamos al
sur chileno con Purrunazo, cuyo nombre proviene del término mapuche purrun, y
es de hecho un hermoso homenaje a este pueblo precolombino, interpretado con
instrumentos propios de esta cultura como trompe (“arpa de boca”) y trutruca,
tal como puede apreciarse en el audiovisual.
Video: Purrunazo
Contacto:
TALLER:
TÉCNICA
DE RECICLAJE DE MADERA
Por
Roberto Hernández
Maipú, Santiago de chile
Roberto Hernández Céspedes nació en 1971 en Santiago de Chile.
Desde pequeño se interesó en la construcción de instrumentos. Gracias a sus
tíos, constructores de muebles, aprendió las bases del oficio que
posteriormente perfeccionó en un taller de luthería. Como charanguista ha tocado
en diferentes agrupaciones, destacándose su colaboración con el dúo Quelentaro. Actualmente se encuentra
dedicado de manera plena a la luthería y se presenta por primera vez en
Argentina para acercarnos su arte. En diálogo con Alelí Acuña Barrenechea, podemos comenzar a descubrir su
apasionante mundo.
¿Cómo llegas a convertirte en un
artesano?
Desde chico
tuve la inquietud de cómo hacer un instrumento, pero era muy hermético el mundo
de los pocos luthiers que había en Chile. Era muy secreto el mundo de ellos. A
mis 5 o 6 años me hice una guitarra con la pata de una silla; al pedazo de
madera le puse unos clavos, le amarré unas cuerdas y daba mis primeros
“recitales”. Todavía tengo la cicatriz del martillazo ahí.
Tenía dos
tíos que vivían muy cerca; ellos trabajaban en mueblería. Y con ellos aprendí a
usar las herramientas: el formón, el cepillo, la gubia. No eran artesanos,
ellos hacían muebles. El conocimiento y el manejo me sirvieron más adelante,
saber cómo afilar esas herramientas. Entonces después de mucho tiempo en la UMCE*, que es el pedagógico, abrieron
un taller de luthería con Jorge Ball*,
un venezolano. Me metí a esos talleres y empecé a hacer mi primer instrumento,
que fue un cuatro. Y ansioso; yo tenía clases dos veces a la semana dos horas.
Los miércoles y los sábados. Y paralelamente estaba estudiando pedagogía.
Empecé a ir más al taller, a darme vueltas, empecé a ir más tiempo, tres,
cuatro horas a la semana. Llegué a ir todo el día: de 8 a 8. Ya manejaba el
cepillo, así que terminé mi instrumento, el cuatro. Para mí era relativamente
fácil cavar o cepillar algo. Y ya traía conocimientos gracias a mis tíos.
Entonces avancé más rápido del común de los alumnos del curso, que eran diez.
Terminé rápido mi instrumento y mi maestro me pidió: “ven a ayudar a tus
compañeros”. Y yo, feliz. Así, hicimos un par de cuatros más y después empecé a
hacer ayudantía en la Universidad con él. Dos años después se terminó el taller
y me fui a trabajar con él. Estuvimos un par de años ahí trabajando. Después él
se mudó a otra ciudad y conocí a otro maestro, Carlos López, quien hace guitarras de concierto. Con él trabajo actualmente.
¿Cuántos instrumentos llevas hechos?
¿No recuerdas?
En mi taller
unos 30, más o menos.
¿Alguna vez te pasó que no pudiste
soltar uno?
Con todos
(risas). Pero uno tiene familia, casa…
Todos te los quedarías…
Si tuviera
plata, sí.
Bueno, ahora los dejo con Roberto,
quien les va a contar sobre estos nuevos instrumentos, hechos con maderas
recicladas, autóctonas de la región.
Buenas. (Aplausos)
El trabajo
que yo hago en artesanía es en un 70% a
partir de maderas que están en desuso, maderas que quizá vayan a parar a una
parrillita, a un asadito o a un vertedero clandestino. Entonces como llevamos la madera se puede salvar, cuando está
más o menos en condiciones. El reciclaje de madera tiene una particularidad: la
madera está muy seca y muy estable. Para construir un instrumento nosotros los
artesanos buscamos la estabilidad y la sonoridad, y eso lo dan los años. Es muy difícil que uno
vaya a una barraca a comprar una madera que tenga unos 40 o 50 años. Es muy
fácil que uno encuentre botado algún mueble al que se le quebró una pata o se
le echó a perder una puerta, y es madera de raulí*, de avellano, coihue*, laurel, notro* Para mí es muy fácil encontrar esa madera. Me puedo
caminar [muchos] kilómetros, y si la encuentro, feliz. Y si no la encuentro me
sirve para caminar.
El músico
exige un tipo de madera. Es muy difícil salirse de ese margen de madera que
usan los guitarristas clásicos. Y para los de cuerda frotada son mucho más
exigentes. Porque si un violín no tiene ébano, no tiene pino abeto en la tapa,
no tiene arce en su fondo y costado aunque suene muy bien es difícil que lo
miren bien. Ya entran a correr los rangos de artesanía. Y como yo no tengo
problema con la artesanía yo lo hago de la madera que encuentro. Desde mi punto
de vista uno puede usar una madera cualquiera que esté estable y seca. El 70%
del instrumento es el cuerpo y el 30% el diapasón, el golpeador la tapa y el puente,
realce vibrante, paleta y contrapaleta desde mi punto de vista. Esto no lo hago
reciclado porque esto es lo que genera
el sonido. La tapa, esta parte es la que vibra. Si uno no usa una madera de
calidad es muy difícil que genere un sonido que proyecte, un sonido envolvente.
Ese sonido se logra con este tipo de coníferos. Está probado desde los tiempos
de Stradivarius y de Torres, el gran constructor de guitarras. Esta es la
madera que produce la mayor vibración: el pino abeto. Entonces yo puedo hacer
un charango reciclado entero, pero acá en esta parte [el diapasón y la tapa] no
me arriesgo. Si bien se hace con madera reciclada es un instrumento con un
altísimo nivel sonoro y en esta parte no transo: o es de pino abeto, o es de
pino abeto. El resto, el cuerpo, el tallado, el “mueble” que le decimos, desde
mi punto de vista, no afecta el sonido.
(Toca el
charango)
Y eso sería
todo. (Aplausos)
Gracias. (Aplausos
nuevamente).
Contacto:
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*Notas:
UMCE: Universidad Metropolitana de
Ciencias de la Educación.
Jorge Ball: Músico multiinstrumentista y
luthier, integrante del conjunto Inti-Illimani (1982-1984), (1998-2000) y
colaborador de Inti-Illimani Histórico.
Raulí (Nothofagus alpina): Árbol
cordillerano de sur de Chile y Argentina
Coihue o coigüe (Nothofagus dombeyi): árbol perenne
del centro y sur de Chile y del sudoeste cordillerano de Argentina.
Notro (Embothrium coccineum): pequeño
árbol perennifolio de los bosques templados de Argentina y Chile.
CONCIERTO:
NICOLÁS
FAES MICHELOUD
PARANÁ (E. R.) ARGENTINA
El cierre de
esta primera y memorable noche de Charangos del Mundo en Rosario está dado por
el músico y docente entrerriano Nicolás
Faes Micheloud, quien tempranamente diera una clase magistral sobre el
Abordaje técnico del charango en la pre interpretación. Nicolás estudiaba guitarra antes de
apasionarse por este instrumento. La influencia de don Jaime Torres ha sido
fundamental en su carrera . En los últimos años Nicolás ha participado de
numerosos encuentros musicales en Argentina, Colombia y Perú. En este último
país ha perfeccionado sus estudios con el maestro Federico Tarazona, de quien
adoptó su creación, el hatun charango.
Nicolás Faes Micheloud
Comienza el
concierto con la lectura del poema Música inmortal, de Romain Rolland y
Atahualpa Yupanqui, que nos va adentrando en el mundo del recordado artista
pergaminense. Le siguen dos obras de su repertorio: la milonga Melodía
del adiós y el gato Danza rústica, ambos firmados por Antonieta
Paula Pepin (“Pablo del Cerro”), la esposa de don Atahualpa. En el video puede
apreciarse la hermosa interpretación de
Nicolás
Video: Melodía del adiós
/ Danza rústica
Nacido en
Concordia, el compositor Héctor Ayala (1914
-1990) ha dejado un número importante de obras para guitarra, siendo una de las
más importantes la Serie americana (1962) de la cual Faes Micheloud adaptó para
charango la pieza Takirari – Bolivia, desarrollada magistralmente. Desde Buenos
Aires llega el vals Romance de barrio (Homero Manzi y Aníbal Troilo), tocado con
fino estilo.
Una de las
mejores interpretaciones de la noche es la del vals venezolano Como
llora una estrella, de Álvaro Carrillo (1892 -1962). Regresa la “música
ciudadana” a través del Estudio tanguístico N° 3 de Astor
Piazzolla, adaptado por Nicolás para su hatun
charango, instrumento que le permite abordar líneas más complejas.
El cierre
del recital es a través de su personal versión de El cóndor pasa, la
célebre melodía de Daniel Alomía Robles. A una primera parte ejecutada
lentamente le sigue un arpegio que recuerda las obras para guitarra de
Francisco Tárrega. Esta elegante adaptación se va transformando en la conocida
melodía y la última parte, naturalmente más rápida, revela el virtuosismo del
artista. Tras la ovación del público presente finaliza la primera de estas
cuatro inolvidables noches de Festival.