La
consagrada banda trasandina regresó a nuestro país en el marco del centenario
de Violeta Parra, actuando en Buenos Aires, Junín y San Miguel de Tucumán.
Los Jaivas
“100
Violetas”
Homenajean a
Violeta Parra a 100 años de su nacimiento
Usina del
Arte
Agustín
Caffarena 1
Ciudad
Autónoma de Buenos Aires
Argentina
Sábado 2 de
septiembre de 2017
Primeros
años de historia
Los Jaivas es uno de los conjuntos musicales que ha
escrito grandes páginas en la historia cultural chilena. Nació en 1963 como los High – Bass, integrado
por los hermanos Eduardo, Gabriel y Claudio Parra junto a sus amigos Mario
Mutis y Eduardo “Gato” Alquinta. Llegaron a ser muy conocidos en Viña del Mar y
sus alrededores, animando fiestas y tocando en diferentes recintos ritmos tan
variados como cumbia, fox trot, bolero y bossa nova. Tras varios años de fama y dinero pudieron
renovar sus instrumentos, aunque también empezaron a transitar tiempos
diferentes. Llegó el cansancio de hacer
música por necesidad. Gato se alejó del
grupo para realizar un viaje por Sudamérica junto a su pareja. Volvió impregnado de la riqueza cultural del
subcontinente, cuya esencia quedaría plasmada en algunos temas de la próxima
etapa. 1969, con el regreso de Gato Aquinta, fue un año de experimentación para
el conjunto. Poco después se radicaron en Santiago, la capital del país,
buscando nuevos horizontes artísticos y ya mayormente volcados a la música
rock, aunque aún no se utilizaba este término en la escena artística chilena. La impronta del grupo será una
estilizada fusión de rock y músicas de raíz andina en la que instrumentos de
diversos orígenes darán vida a novedosas composiciones.
El
primer disco oficial del grupo, que castellanizó su nombre original como “Jaivas”,
apareció en septiembre de 1971. Se trataba de una edición independiente de 500
copias que apareció con el nombre del grupo, pero que la gente bautizó “El
volantín” por su dibujo de portada. En
1972 el músico Julio Numhauser, director artístico del sello estatal IRT los
invitó a grabar para esta etiqueta. Con el tema “Todos juntos” (aparecido
primero como simple) el grupo ganó masiva difusión no sólo en Chile sino en
toda Hispanoamérica. Tras el golpe de
Estado de 1973 Los Jaivas se radicaron en la ciudad de Zárate, 92 km al norte
de la capital argentina. Durante su
estancia en este país grabaron tres discos: “Los sueños de América” (1974),
compartido con el músico brasileño Manduka (disco que permaneció inédito por
varios años), “Los Jaivas” (1975, conocido como “Indio”) y “Canción del sur”
(1977). Los dos últimos fueron producidos por EMI Odeon Argentina y contaron con gran difusión por parte del
sello. Paralelamente el grupo se consagraba en la escena del rock nacional
argentino (conocido en ese entonces como “música progresiva”). En marzo de 1977 debieron exiliarse
nuevamente, dada la situación política en el país, radicándose en Francia,
desde donde continuarán brindando obras maestras para su numeroso público
sudamericano.
El recital
La
presentación de Los Jaivas comienza con dos temas registrados en nuestro país: La vida mágica ¡ay, sí!, aire de cueca “en búsqueda de las
raíces del planeta”, según Eduardo Parra, y Pregón para iluminarse, la canción que abre el disco “Indio”,
que continúa con el clima festivo a todo ritmo. El mismo clima que en época de dictadura
permitía alejar por unas horas los rigores de aquellos momentos. El grupo está integrado actualmente por Claudio
Parra (vientos,
teclados, percusiones), Carlos Cabezas (vientos, charango y voz), Francisco
Bosco (teclados,
percusiones y coros), Mario Mutis (vientos, bajo, guitarra
eléctrica y voz), Juanita Parra (percusiones: batería y bombo) y Alan
Reale (vientos,
guitarra y voz).
Claudio Parra
La
genialidad de Violeta Parra (1917 – 1967) está presente en ocho de las diez
obras que componen el disco que grabaron Los Jaivas en su homenaje. Registrado
en París en 1984, “Obras de Violeta Parra” fue realizado con la metodología
habitual del conjunto chileno: reunidos en taller, cada uno de los integrantes
realizaba su aporte. A cada una de las obras originales, algunas de ellas
compuestas de manera sencilla, Los Jaivas agregaron largas e inspiradas
introducciones, basadas en los diferentes climas sonoros y geográficos que las
propias obras sugerían. Arauco tiene una pena, estilo parabién, es una temprana
denuncia acerca del trato hacia los pueblos originarios que actualmente sigue
teniendo vigencia. Trutruca (aerófono) y kultrum (tambor ceremonial) son
dos de los instrumentos mapuches utilizados por Los Jaivas en sus creaciones.
Aquí se escuchan claramente en un contexto que recrea esa cultura, reivindicando
su ancestral sabiduría.
Juanita Parra
El Guillatún (Ngillatun
en
mapdungun) es una antigua ceremonia de este pueblo, traducida algunas veces como “rogativa”. La pieza compuesta por Violeta, aguda
observadora de la realidad, comienza con una síntesis de sonidos donde teclado
y percusiones son predominantes. Pronto se suman aerófonos y voces en
apasionada interpretación. Mañana
me voy pa’l norte tiene como protagonistas, en su inicio, a los aerófonos andinos, a
cargo de Claudio, Alan, Carlos y Mario. Enseguida retoman el piano, la
guitarra, el charango y la guitarra eléctrica respectivamente, mientras no deja
de sonar la percusión. Carlos y Mario cantan a dúo este lindo estilo nortino.
Carlos Cabezas
Refinado
y sugestivo, el piano va trazando las primeras líneas expresivas en otro de los
temas de denuncia de la recordada creadora trasandina: Y arriba quemando el sol. El canto está acompañado de
manera sencilla y eficaz, potenciando el impacto de la letra en los
oyentes. El amor y el desamor, temas
presentes en muchas de las creaciones de Violeta, están plasmados en la
nostálgica Run Run se fue
pa’l norte. La bellísima versión que hemos podido escuchar esta noche trasciende
cualquier posibilidad de plasmar por escrito el encanto y la emoción provocados
en la numerosa audiencia.
Mario Mutis
Como es
habitual en las recreaciones de Los Jaivas, una larga elaboración instrumental
está presente en su versión de En
los jardines humanos (triste y huayno compuesto por la
Viola a
comienzos de los 60). Pero es la próxima
obra la que genera mayor expectativa. Se
trata de un proyecto de la ponderada creadora que aunaba música, ballet y
dramaturgia y que no llegó a ver la luz como tal. Quedó la grabación en letra y
música, un largo tema que suele asociarse a las anticuecas
de su
hermano Nicanor: El
gavilán. Si bien
fueron muchos los artistas que indagaron e interpretaron esta composición, ha
sido en los últimos años cuando se reforzó la valoración de esta obra
vanguardista de una artista multifacética y notable. Los Jaivas realizan una
versión de más de diez minutos, apelando una vez más a fantásticos interludios
instrumentales plenos de creatividad.
Alan Reale
Violeta ausente, tonada compuesta en 1955, cierra
el generoso segmento dedicado a la artista chillaneja. Piano, cuerdas y voz dan
el marco perfecto para una hermosa versión dedicada con respeto y pasión a una
de las grandes figuras de la música chilena.
La
última parte del recital está compuesta por “grandes éxitos” de Los Jaivas: Hijos de la tierra (1995) hace levantar al público
de sus asientos para seguir el ritmo festivo de la canción, que sintetiza el
poderío del rock con elementos folklóricos matizados magistralmente. Sube a nacer conmigo, hermano (Pablo Neruda – Los Jaivas) tuvo
gran difusión en Argentina cuando Sazam Records—uno de los sellos dedicados al
rock nacional—publicó el álbum “Alturas de Machu Picchu”, basado en la
inspirada obra poética de Neruda. Carlos
Cabezas asume la voz principal en una obra largamente aplaudida.
Francisco Bosco
Todos juntos, el tema que dio masividad a Los
Jaivas, no podía estar ausente del recital. Los motivos son muchos. No sólo se
trata de su primer éxito sino también de la primera canción que sintetiza el
sentir latinoamericano con instrumentos precolombinos y sonoridades rockeras,
producto de las vivencias del “Gato” Alquinta en su viaje por el subcontinente.
Y es
precisamente el recuerdo de Alquinta
(1945 – 2003) el que cierra el recital. Su imagen proyectada hacia el fondo del
escenario (tomada de una actuación televisiva en 1972) es el homenaje a este incansable
creador quien brindó un aporte fundamental a Los Jaivas inventando nuevas
sonoridades a partir de instrumentos convencionales y la mixtura entre lo
ancestral y lo moderno que devino en “marca registrada” del conjunto. Con Mira, niñita se da fin a uno de los eventos
más importantes del año, el reencuentro de Los Jaivas con su fiel público
argentino. Tras sus actuaciones en Junín (provincia de Buenos Aires) y San
Miguel de Tucumán regresarán a la capital para otras actividades en el Centro
Cultural Matta de la Embajada chilena.
Página oficial:
Agradeceré a futuro, pongan la noticia con anterioridad. Así podemos ir al recital y disfrutar. Me queda un sabor amargo enterarme después de que ha pasado todo.
ResponderEliminarHola, Jorge. En este sitio publicamos mayormente crónicas de conciertos ya realizados, pero hubo difusión por diferentes medios, entre ellos la red social Facebook. De todas maneras tendremos en cuenta tu sugerencia. Un abrazo para ti
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