Foto: © 2012 Trova Andina
"La huella de oro" es tu primer disco como solista. Cuéntanos cómo ha sido la búsqueda de sonoridades que definen las 15 obras que lo componen.
El disco La Huella del Oro es una búsqueda en sí mismo, (¿qué disco no?!)Es un testimonio de distintos momentos de mi vida, de diferentes certezas y también de una incansable búsqueda espiritual. Entonces, las sonoridades se manifiestan a partir de éstas premisas. En el disco puedes encontrar al charango en una meditación dialogando con un Sakuhashi y un Didgeridoo o lo puedes encontrar repicando en un aire de chacarera sin perder su esencia de charango. Yo asimilo lenguajes que sintonizan con lo que necesito decir profundamente, y en ese proceso de asimilación puede existir una diversidad de colores, lo interesante es que allí el Charango siempre me acompaña. La huella del Oro es un viaje, es una invitación a escucharse, a buscar el Oro que hay dentro de nosotros mismos, es una constante transformación…
Hablar de identidad siempre es algo complejo. Y lo complejo creo que se presenta porque, en el primer cuestionamiento hay una cierta rigidez que no nos permite sentir lo mutable y lo cíclico que hay en todo. Pareciera ser que la identidad es algo estático, cuando en realidad, se manifiesta en el cambio, en lo cíclico, en el cómo observamos nuestra propia transformación… allí decanta lo que es imperecedero, o esencial, dentro de lo mutable hay algo inmutable que nos espera y que cuando lo sentimos vivenciamos paz, allí hablamos de identidad creo yo. Entonces, puedo decir que mi identidad musical está definida por esas resonancias que surgen en las diferentes etapas de lo cíclico en mi vida, como lo es la práctica de la meditación, por otra parte muy fuertemente la música latinoamericana y claramente el charango que es donde encuentro mi lenguaje-lugar para poder manifestar mis propias necesidades expresivas.
Si seguimos profundizando en la identidad, se vuelve mas interesante arriesgarse (el riesgo es el sabor de la vida) con afirmaciones como la que haces, pues desde dentro se vuelve un tanto mas complejo abstraerse y obtener cierta objetividad que nos permita ver si es que hay elementos en común o esenciales que trascienden o se muestran en lo cíclico y que nos permiten por ende hablar de identidad. En ésta línea de búsqueda por ejemplo el charanguista Italo Pedrotti (quien grabó recientemente mi disco) se ha preguntado bastante sobre la identidad del "charango chileno", porque ha materializado proyectos que apuntan a responder esa pregunta, como lo es el disco Charango Autores Chilenos que compila una serie de composiciones de destacados charanguistas chilenos o el volumen II (en proceso de grabación) de este mismo que reúne a una nueva generación de charanguistas. A partir del primer disco, ya se puede reconocer que hay un lenguaje que tiene otros tintes, naturales de acá y por cierto naturales a nuestra propia historia musical donde grandes referentes no necesariamente charanguistas articulan una forma de decir, como lo son Violeta Parra y Víctor Jara en una primera gran instancia, esto también fusionado con la herencia del charango tradicional Boliviano y con los lenguajes provenientes de otras latitudes (como el Rock o el Jazz). Me arriesgo a decir que la forma de tocar acá está mas desprejuiciada y desde allí muchas veces se vuelve un lenguaje charanguístico mas experimental el que construye la forma de componer.
Has formado parte del grupo Zeptelar y compartido escenario con Angel Para Trío, conjuntos que elaboran música "de fusión" orientada hacia el jazz y el rock ¿Qué influencias reconoces respecto a estos y otros músicos? ¿Qué motivaciones te inspiran a interpretar estas músicas?
Mi paso por Zeptelar tiene mucha relación con lo que mencioné en la pregunta anterior. Allí realizo una búsqueda experimental de las posibilidades del charango, estar enchufado y utilizar un Delay me llevó a conocer otras sonoridades del charango también muy interesantes, además el repertorio no tenía ningún origen ni raíz en la música latinoamericana lo cual me obligó a superarme técnicamente para poder ejecutar líneas que no eran propias a los recursos mas conocidos del charango. Además de experimentar, me hace sentido el querer ejecutar en el charango músicas que también son de mi gusto, muchas veces éstas, no propias al mundo del charango. El ejemplo musical que puede describir esto es un tema que compuse que se llama "Fractal", donde construyo una base para improvisar mediante la utilización de loops.
Presentas tu CD junto a Tomás Carrasco (vientos) y Dante Escorza (guitarra), dos de los músicos con quienes tocaste en el Festival Charangos del Mundo 2012 ¿Qué criterios estéticos comparten? ¿De qué manera unen el talento de cada uno en las nuevas creaciones?
Bueno, con ambos llevamos bastantes años participando en proyectos comunes, con Dante tocamos en la Orquesta Andina, con Tomás en la misma Orquesta Andina y en Zeptelar (además fuimos compañeros de universidad). Como criterios estéticos yo diría que la música latinoamericana es un nexo mas fuerte y principal, luego en ésta misma línea, un ímpetu común por experimentar y fusionar. La unión yo creo que está en el nivel de sensibilidad que poseen ambos para entender lo que yo quiero decir a través del charango, desde allí todos sus aportes son maravillosos y suman notablemente al resultado del disco como primera materialización de este gran proceso.
Muchas gracias, Camilo.
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Facebook: Camilo Gómez Camblor
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