(C) 2011 - 2023 Hugo Rodríguez V.

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miércoles, 8 de abril de 2020

Los primeros discos de Quilapayún llegaron a Spotify

Por desidia o desinterés del sello original, los primeros discos de Quilapayún quedaron descatalogados por décadas, sin pasar siquiera por el formato CD. Gracias al rescate del propio grupo y el sello Macondo Discos hoy podemos apreciar de manera completa el valioso material grabado entre 1966 y 1972




El grupo que hoy conocemos nació en el invierno de 1965 en Santiago de Chile. Fue originalmente un trío formado por Julio Numhauser y los hermanos Julio y Eduardo Carrasco. Era la época de una rara música llamada neofolklore. Sus cultores interpretaban canciones en ritmos de raíz folklórica con extraños arreglos vocales y ataviados con vestimentas que poco tenían que ver con los verdaderos habitantes de los campos. Afortunadamente esto fue como un punto de inflexión que comenzó a dar lugar a grupos y solistas que componían o interpretaban canciones con un profundo arraigo cultural y letras que invitaban a reflexionar. Era la génesis de lo que años después se englobó bajo el nombre de Nueva Canción Chilena.

El trío formado aquel mes de julio buscó un nombre que, lejos de copiar las tendencias del momento, fuera representativo de su esencia. Así, en un diccionario de términos mapuches encontraron las palabras quila (tres) y payun (barba), tras una extensa búsqueda. Estando en la Peña de los Parra "...tanto Ángel (Parra) como Víctor (Jara) comentaron que la pronunciación y la ortografía eran difíciles de recordar y se desencadenó una acalorada discusión sobre el tema, pero el tiempo ha demostrado que los otros tenían razón" [1]. El mismo año de su formación, Quilapayún participó en el concurso folklórico "Chile Múltiple", organizado por la Municipalidad de Viña del Mar. Los temas interpretados en esa ocasión fueron La paloma (trote nortino), El pueblo, una canción original de Ángel Parra, y el tema instrumental Quilapayún. Tocaron los integrantes originales junto a Patricio Castillo, obteniendo el Primer Premio y las primeras notas en la prensa. 


Quilapayún
LP: EMI Odeon SLDC 36614 (1967)


El álbum debut cuenta con la participación del trío original más la colaboración de Carlos Quezada (quien aparece a la derecha en la foto de portada) , Patricio Castillo, Ángel Parra y Víctor Jara. Incluye dos temas instrumentales de Eduardo Carrasco: el citado trote La paloma y la bellísima composición El canto de la cuculí. Víctor Jara aportó tres temas: Canción del minero (que grabó con el conjunto Cuncumén en 1962), Somos pájaros libres y La cueca triste, en coautoría con Carrasco. Aparecen también canciones populares como La boliviana, Dos palomitas (tema instrumental), Por una pequeña chispa y El borrachito. Un tema poco difundido es La perdida, con letra de Juan Ramón Jiménez y música de Quilapayún. No podemos olvidarnos de la poderosa canción El pueblo, de  Ángel Parra, y El forastero, con letra del escritor chileno Carlos Préndez Saldías (1892 - 1963) y música de E. Carrasco.


Canciones folklóricas de América (con Víctor Jara)
LP: EMI Odeon SLDC 35004 (1968)


Desde la colorida portada diseñada por Vicente Larrea hasta muchas de las canciones que componen el disco, hay un claro indicio que se trataba de un proyecto orientado hacia el público infantil. Husch-a-bye (Peter Yarrow y Paul Stockey), una dulce creación cantada en inglés por Víctor, Drume negrita (Eliseo Grenet), Remendé (Palomas del palomar), canción asturiana, Gira, gira, girasol (V. Jara) y El conejí (C. Préndez Saldías y V. Jara) son un buen ejemplo de ello. El disco fue lanzado a la venta durante una gira de Quilapayún por el exterior, por lo cual se completó con otros materiales que había grabado el grupo, bastante heterogéneos entre sí, desde El carrero, de los uruguayos Juan Capagorry y Daniel Viglietti hasta la canción en hebreo Noche de rosas (en realidad es Tarde de rosas = ערב של שושנים (Erev Shel Shoshanim) con música de Yosef Aadar y letra de Moshe Dor. 

Desde la cultura andina llega El llanto de mi madre (originalmente Mamay = Mi madre) con la poesía quechua de Juan Huallparrimachi (1793 - 1814) y música de Yayo Jofré, cantante e instrumentista del grupo Los Jairas. Peoncito del mandiocal, de Aníbal Sampayo, aborda la triste realidad del trabajo infantil en todo el mundo. Otros temas del repertorio latinoamericano son Mare Mare (popular venezolano) y los Tres bailecitos del célebre compositor boliviano Ernesto Cavour. El tururururú (canción de Salamanca) es una triste canción, cuya versión parece inspirada en la de Leda y María (1958). A pesar de la mezcla de idiomas, estilos e instrumentaciones, el disco es una buena muestra del estilo ecléctico del grupo. Los álbumes siguientes afianzarán el estilo que combina temas de raíz folklórica andina con el nuevo repertorio con contenido social. 


Quilapayún 3
LP: EMI Odeon LDC 35163 (1968)


Afianzado como sexteto (Carrasco, Quezada y Castillo más Willy Oddó, Hernán Gómez y Rodolfo Parada) y bajo la dirección artística de Víctor Jara,  Quilapayún adquiere definitivamente un carácter profesional en sus giras y presentaciones. Este disco nos permite apreciar una serie de canciones populares de diversos orígenes como A mi palomita (tema andino con parte del texto en quechua), Duerme, negrito (recopilada por Atahualpa Yupanqui en el Caribe colombiano), En qué nos parecemos (canción de Santander, España) y La fortuna (vidala riojana, Argentina). Hay dos temas instrumentales de Eduardo Carrasco: El árbol y la muy difundida Elegía al Che Guevara, con coro, también publicada en 1975 en el disco "El pueblo unido jamás será vencido". Otro tema instrumental, pero de Patricio Castillo, es el bellísimo Ñancahuazú, que permite apreciar la intensa sonoridad del charango. Dicen que la Patria es (Canción de soldados) es una obra de Chicho Sánchez Ferlosio, también conocida en la voz de Rolando Alarcón.

Un curioso Contrapunto ente el águila americana y el cóndor chileno y el Yaraví y huayno de la Quebrada de Humahuaca son ejemplos de la compenetración de Quilapayún con la cultura de los pueblos andinos. A ambos temas populares se suman la Canción del soldado, nunca grabada por su autor, Víctor Jara, y Manuel Ascencio Padilla, homenaje de Sergio Ortega al valiente luchador por la independencia de los pueblos americanos. 


Quilapayún 4
LP: EMI Odeon SLDC 36735 (1970)


Gracias a un acuerdo logrado con EMI Odeon, empresa con la que tenía un contrato vigente, Quilapayún pudo grabar su repertorio más explícitamente político en el naciente sello Jota Jota. Éste surgió experimentalmente para la publicación del disco "Por Vietnam" (1968). El éxito de esa edición propició nuevas publicaciones del sello conocido posteriormente como Discoteca del Cantar Popular (DICAP). Bajo esta etiqueta aparecieron los discos "Basta!" y la muy difundida "Cantata Santa María de Iquique", compuesta por Luis Advis e interpretada por Quilapayún (1970).

El cuarto disco para Odeon está integrado por poderosas canciones de autores latinoamericanos y un par de temas populares. Inicia con la Plegaria a un labrador, cuya primera versión (Quilapayún y Víctor Jara) apareció en un disco simple el año anterior. Los arreglos vocales del grupo potencian esta canción, que cuenta con arreglos de Patricio Castillo y que recibió el Primer Premio del I Festival de la Nueva Canción Chilena. El buen borincano, de Rafael Hernández Marín (1892 - 1965) y Tierra de Artigas, de Víctor Lima (1921 - 1969) forman parte de los temas "libertarios", al igual que la Plegaria...

Zamba de la toldería (Buenaventura Luna, Oscar Valles y Fernando Portal) es uno de los grandes éxitos del grupo argentino Los Cantores de Quilla Huasi. La versión de Quilapayún, con voces que se realzan sobre guitarras y bombo muy bien tocados, es uno de los puntos más altos de este disco. Milonga de andar lejos, de Daniel Viglietti, está vertida emotivamente en un contexto de profundos significados sociales.  Hay también temas instrumentales como el Huayno 1-2-3-4 (popular peruano), Canción del agua (Castillo y Carrasco) y una creación de Patricio Castillo titulada Gringa, que generan distintos sentimientos en el oyente: desde una honda serenidad hasta un gran deseo de bailar (en el caso del huayno).

Canción de Frondoso (texto de Lope de Vega y música de Federico García Vigil) se basa en un antiguo escrito que, de alguna manera, cobra actualidad en el contexto político de la época en que fue grabado este fonograma. Algo similar, pero más cercano en el tiempo, es lo que plantea en sus interrogantes Guitarra y noche, del recordado cantautor Ángel Parra (1943 - 2017). Cierra esta obra una canción panameña: Tío Caimán, de Carlos Francisco Chang Marín (1922 - 2012), de claro corte antimperialista.


Quilapayún 5
LP: EMI Odeon SLDC 36804 (1972)


Habiendo grabado la cantata "Vivir como él", que Luis Advis y Frank Fernández dedicaran a la figura de Nguyen Van Troi, la nueva formación de Quilapayún (con la salida de Patricio Castillo y la incorporación de Rubén Escudero) comenzó a trabajar en el que será el quinto y último disco para la EMI Odeon Chilena. Por primera vez aparece un tema compartido por Rodolfo Parada y Eduardo Carrasco: el instrumental Ausencia, que abre el fonograma. También está presente la segunda versión de Las obreras, canción popular boliviana que el grupo había grabado con Víctor Jara en 1968. A esta alegre canción andina le sigue la introspectiva melodía y otro tema instrumental titulado Guarén, ambos firmados por Carrasco. 

El compositor chileno Sergio Ortega aporta un tema en clave tradicional: Como la flor, con su particular toque de guitarra. Voy y vuelvo, tema instrumental de Carrasco, contrasta con su clima festivo a la reposada vidala Tan alta que está la luna (tradicional argentina). Sol del Perú (tradicional) inaugura un segmento instrumental, que continúa con los temas Amanda - Ortiga (S. Ortega), Preludio (Johann Sebastian Bach) y Vals de E. Carrasco. 

El músico docto Cirilo Vila (1937 - 2015) está presente en este disco a través de su Cueca de la libertad:

Y con lo de libertad,
la vida, nadie me engaña,
que mientras haya miseria
no hay libertad que valga.

Caramba, no hay libertad
si falta la dignidad.

El cierre está dado por un ritmo poco abordado por Quilapayún, el tango. La pieza elegida es La última curda, de Cátulo Castillo y Aníbal Troilo, interpretada intimistamente en canto y guitarra


Otras ediciones:


"Cueca de la "libertad"
LP: Pathé Marconi - EMI Odeon 2C 062 - 81.545
Francia (1974)

Contenido idéntico a "Quilapayún 5" excepto tema 7 (se incorpora "Plegaria a un labrador" en lugar de "Tan alta que está la luna") y tema 10 (se incorpora "Tío Caimán" en reemplazo de "Preludio")


"20 grandes éxitos"
CD: EMI  7 98012 2
Chile (1992)

El canto de la cuculí; Yaraví y huayno de la Quebrada de Humahuaca; Guarén; Huayno 1-2-3-4; Las obreras; En qué nos parecemos; El borrachito; Gringa; Duerme, negrito; A mi palomita, Plegaria a un labrador; El carrero; Dos palomitas; Tres bailecitos; El buen borincano; Bailecito; Gira, gira, girasol; Tan alta que está la luna; Tú; La paloma.

La única edición en disco compacto selecciona cuatro temas de cada disco para conformar los "20 grandes éxitos" del título. Salvo algunas excepciones, constituye una buena muestra de la música de raíz folklórica andina, aunque ha sido insuficiente para mostrar todo lo que Quilapayún grabó desde sus orígenes. 


Referencias bibliográficas:

[1] Joan Jara: "Víctor Jara. Un canto (no) truncado". Ediciones LAR, Concepción (Chile) 1988. Pág. 106

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