Hasta siempre, Chiquito Rodríguez!

El músico y luthier argentino Jorge Luis Rodríguez, de amplia trayectoria artística, falleció el pasado 2 de marzo en Buenos Aires. Ha sido fundador del conjunto Raíces Incas, con el que giró por el mundo difundiendo  melodías sudamericanas. A modo de homenaje, repasamos algunos hitos en su historia musical.

Jorge Luis “Chiquito” Rodríguez nació en 1940 en Morón, provincia de Buenos Aires. Se ha dedicado a la música desde sus catorce años, participando en diferentes conjuntos. En forma paralela se interesó por el arte de la luthería. El primer instrumento construido por Chiquito pretendía ser un charango, pero salió parecido a una pequeña guitarra. Lejos de desanimarse, el artista se compenetró en la tarea hasta lograr su objetivo. Entre 1973 y 2012 Rodríguez construyó más de mil charangos para intérpretes de Argentina y el mundo. Hay un lindo video en internet dedicado a su labor de luthier dentro de la serie “Nuestros Aires”, producida por A-Zero Films.

Chiquito y su primer instrumento

 

En 1977 Jorge Luis Rodríguez fundó el grupo Raíces Incas, dedicado al estudio e interpretación de un amplio repertorio para instrumentos de origen andino. El mismo año participó en un festival folklórico en La Falda, provincia de Córdoba, atrayendo la atención del locutor y productor artístico Marcelo Simón, quien vinculó a los integrantes del conjunto con la discográfica RCA Víctor. Su primer disco Cae la noche, sopla el viento… (1978) se publicó en 28 países. El título del fonograma inspiró un exitoso ciclo en el Teatro Payró. Entre los años 1979 y 1980, Raíces Incas participó en 33 festivales del país, entre ellos Cosquín, La Chaya (La Rioja), Del Poncho (Catamarca) y Tantanakuy (Jujuy). En 1983 ofreció 55 recitales en diferentes ciudades de Japón. Después de varios años de exitosas presentaciones, los integrantes del grupo se separan. Tras un silencio discográfico entre 1984 y 1999, el grupo publica el CD “Andes Soul”, hecho que anuncia la reunificación  del conjunto. Esta nueva etapa comienza con una presentación en el ciclo “Charango Argentino”, que contará con la presencia permanente de Chiquito, quien colabora en la organización de cada una de las fechas.

Raíces Incas con Jorgelina Rodríguez

 

Daniel Navarro (charango), Gabriel Magariños (guitarra, vientos y percusión), Hernán Pagola (charango, vientos y bombo) y Gustavo Burke (guitarra y charango) acompañan a Jorge Luis Rodríguez en bellísimas interpretaciones. En 2011 la compañía Sony Music conovocó a Chiquito Rodríguez para realizar una selección de temas a partir de los discos de RCA. Así aparece “Lo mejor de Raíces Incas”, que se presenta en la sala de la Sociedad Distribuidores de Diarios, Revistas y Afines. Actúa también en la Fundación UOCRA (espectáculo “Folklore en Concierto”) así como en otras salas de la ciudad de Buenos Aires.

Chiquito en Raíces Incas

 

En noviembre de 2012 Chiquito y su hija Victoria, durante un recital de Raíces Incas, ofrecen una versión conjunta de las canciones Juan Maidana, el carretero y Facundo.

Victoria y Chiquito

En diciembre de 2014 don Jorge Luis Rodríguez participó como artista invitado en la presentación del libro Caminos de sonidos y colores de la artista Adriana Lubiz. Convocado como referente de los Constructores (a quien la autora dedica un capítulo de su obra), Chiquito interpretó junto a Adriana su takirari A la sombra del nogal

Video: A la sombra del nogal

Con serena sabiduría, Chiquito atraía la atención de alumnos y colegas de diferentes edades. Su participación en el XI Festival Internacional Charangos del Mundo, celebrado en la ciudad argentina de Rosario, ha tenido amplia repercusión. Don Jorge brindó el taller "Experiencia autodidacta en construcción de Charangos e Instrumentos Andinos" y posteriormente acompañó a Daniel Navarro (también disertante en los talleres y compañero de Chiquito en Raíces Incas) en la interpretación de hermosas obras instrumentales como Romance de viento y quena y Huacachi, del propio Navarro.

Video: Romance de viento y quena

 

Siempre recordaremos la amabilidad de Chiquito, la alegría de encontrarnos en ámbitos artísticos en donde la música borra fronteras y nos hermana en el abrazo. Nos costará acostumbrarnos a su ausencia física, pero su espíritu bonachón y creativo estará presente en cada sala donde resuene un charango, una quena o un sikus como los que tan bien sabía construir el inolvidable Jorge Luis Rodríguez.