PÁGINAS

jueves, 15 de septiembre de 2022

Congreso de Charangos (VIII)

 Las actividades del día domingo comenzaron con un interesante taller a cargo del charanguista chileno Freddy Torrealba.

Congreso de Charangos
Taller: "El charango en las luchas sociales,
catalizador de la voz del pueblo".
Centro Cultural Néstor Kirchner
Sarmiento 151,
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Argentina
Domingo 28 de agosto de 2022

Nacido en Santiago en 1966, Freddy Torrealba es uno de los más destacados charanguistas de las últimas décadas. Ha publicado las obras discográficas "Charangamente" (1989), "Charango y guitarra" (1997) ,"Charango al sur del charango" (2003) y "Quiebradedos"(2014). Ha participado de los álbumes colectivos "Charango. Autores Chilenos" (2001)--con sus obras Puelche y Claudia--y de "Charango. Autores Chilenos, Vol. 2" aportando su creación Ecos del Quisco. 

En esta oportunidad, Freddy ha estado presente desde temprano en el Centro Cultural Néstor Kirchner para brindarnos un taller sobre la importancia del charango en la llamada "Nueva Canción Chilena", nacida en los años 60 del siglo pasado al calor de los acontecimientos sociopolíticos de aquel entonces. 

Gonzalo La Ferrera: "Estamos muy contentos y contentas  que participen en este congreso activamente. Hoy me toca tener el honor, la felicidad y el agrado de presentar a dos grandes músicos, referentes de la cultura chilena. Yo creo que todos conocemos y sabemos de quiénes estamos hablando. Acá a mi izquierda tengo a Freddy Torrealba, que toca desde los 15 años de edad [aplausos]. Ya nos ha visitado en alguna otra ocasión en nuestro país. Seguramente sabrán de su discografía: tiene 4 discos editados: "Charangamente", "Charango y guitarra", "Charango al sur del charango" y "Charango quiebradedos". Tocó junto al cantautor cubano Silvio Rodríguez, participó del I Encuentro Internacional de Charanguistas de La Paz y recibió una distintiva mención como concertista: fue el primer extranjero en recibir esa mención por la Sociedad Boliviana del Charango. Recibió el premio Altazor, el premio Pulsar junto con la Orquesta Andina de Valparaíso, dirigida por el maestro Félix Cárdenas. Profesor universitario, Técnico en Folklore con mención en Cantos y Danzas en Chile, eximio charanguista. Tenemos el agrado de tenerlo hoy acá junto a Melvin Velásquez, su compañero guitarrista autodidacta [Aplausos]. Nos acompañaron el viernes dando un hermoso concierto que ha sido el cierre de la primera velada del Congreso, que más de uno o una ha podido escuchar. Voy a pasar la voz a Santi, que va a contarles un poquito de qué se trata esta charla que hoy nos congrega.

Santiago Paniagua: Vienen hoy Melvin y Freddy a hablarnos un poco sobre...seguramente ustedes han venido seguramente atraídos o atraídas por el título: "El charango en las luchas sociales, catalizador de la voz del pueblo", que viene a ser un recorrido a través de distintos referentes de la música, de distintas canciones, tratando un poco de demostrar la evolución del charango de un "adorno" a una figura central en la contingencia sociopolítica, o cómo se pasó de la prohibición a la denuncia, todo atravesado por el movimiento de la "Nueva Canción Chilena" (NCCh). Les damos un fuerte aplauso de bienvenida. [Aplausos]

Santiago, Gonzalo, Freddy y Melvin

Freddy: Muchas gracias, buenas tardes. Es una situación nueva para mí dar una charla con asistencia con asistencia virtual o asistencia tecnológica. Pensar que en algún tiempo iba a la vanguardia de la tecnología: mis papás me preguntaban cómo se usaba esto o lo otro, y ahora yo recurro a mis nietos para preguntarles cómo tengo que utilizar el teléfono [risas]. Lo que queremos contarles es un relato en el tiempo de lo que fue nuestra "banda sonora" de infancia. Dicen que los medios de comunicación siempre se esmeraron, se esmeran y seguirán haciéndolo, por satisfacer el mercado. Hubo un tiempo en el que en Chile, en la radio se escuchaba música chilena, música argentina, paraguaya, boliviana y se escuchaban a nuestros músicos, cosa que aquí en la Argentina me parece que sigue sucediendo, quizá en nivel inferior a como fue en otros tiempos, pero acá a los artistas ustedes los quieren, los conocen, entre ellos se entrevistan, se hablan, se comparten escenarios, una vivencia. Uno viene a la Argentina a aprender. Estuve 4 meses, después 1 año y 2 meses, viviendo acá en Buenos Aires y habían casas de amigos músicos, tanto yo como ellos, en las que te metías y salías a los 3 días, 4 días, pero así...la ventana se oscurecía, leche, huevos, pan y era tocar, tocar y aprender. 

Es un desarrollo temporal del charango hasta los últimos grupos que también asimilan el estilo del charango que vimos en su comienzo. El charango llega a Chile por el norte (pero se queda en el norte) por un boliviano llamado Raúl Shaw Moreno. Y llega a Santiago por intermedio de Violeta Parra, quien se familiarizó con el charango en Europa y luego, con su enamorado Gilbert Favre, el "Run Run". Él se va para Bolivia y se integra al grupo Los Jairas, y ella se va a Bolivia y ahí conoce a Ernesto Cavour, quien le regala o le vende, no sé, un charango. Él siempre contaba la anécdota que le decía "es un muy buen charango", y la Violeta le dice "si es un muy buen charango no me lo estarías pasando" [risas]. Ella lo trae a Chile en su segunda incursión de charangos. Me salté a Raúl de Ramón, un compositor de música tradicional, purista. Se entiende "purista" por quien sostiene que "la música es la tradición y así es. Amén". Él lleva el charango, lo incorpora en una canción pero luego lo cuelga en una muralla en una peña que él tiene. Para mí un charango en la muralla es una persona que canta así [con la boca tapada]. Sobre todo que hay mucha gente, niños, que quieren aprender. Los niños y las niñas quieren ejecutar un instrumento y los papás "ya, sí, sí", y después cuando quieren ser músicos les dicen que no. 


La Violeta Parra conoce el charango por otro lado, no por esta peña, y lo conoce "en vida", vivo, cantando en las peñas. Lo trae a Chile con una canción que se llama Los pueblos americanos. ¿Por qué esta canción? Porque traer el instrumento de otro país e incorporarlo a la música es una forma práctica de decir "unámonos". Y en ese tiempo, en los '60, había todo un movimiento latinoamericanista y en contra de [la guerra de] Vietnam, etc., que aunaba a los pueblos en un discurso común. Entonces, mientras pasaba eso en el arte, nuestros gobernantes sembraban el rencor contra "los malditos peruanos", "los malditos chilenos". Los gobernantes hacen que nos dividamos, que nos peleemos, para sacar cuentas políticas, votos, mientras que la cultura es otra cosa.

[A lo largo de la charla se proyectan fragmentos de videos conteniendo las canciones nombradas. Aquí ofrecemos el enlace a las canciones completas, que nuestros lectores podrán apreciar sin el apremio de tiempo que suele haber en talleres y ponencias]

Video: Los pueblos americanos,
por Violeta Parra
(C) EMI Music Chile

Sería maravilloso tener el tiempo para audicionar las canciones enteras. Es de mi interés [que el taller fuera de] 47 minutos de música y hablo 13 minutos, ¿me entienden? Imposible. El charango está un poquito desafinado, las cuerdas escasas. Tener un charango es casi imposible para la época, pero quien lo tuvo y lo usó fue ella. A los 49 años ella hizo el disco "Las últimas composiciones" en donde hace su máximo agradecimiento, Gracias a la vida, con un charango:

Video: Gracias a la vida, por
Violeta Parra
(C) ARCI Music Chile

¿Cuántas veces en nuestras casas permitimos que nos invadan el espacio con músicas que no nos gustan? Una cuestión un poco personal. Allá en Chile te subes a un taxi y "pum, chi, pum". "Disculpe, ¿puede bajar la música?" "Pum, chi, pum" "Disculpe, pero si es rebuena". Es terrible. Entras a un local comercial de cualquier especie y "pum, pum, chi, pum". No tengo nada contra esa música, pero no me obligues. 

La situación política no es nueva. El charango en las luchas sociales tiene la relación de que es un instrumento que llega a nuestras manos cuando en el resto del mundo están pasando cosas. Y empezamos a decirlas con lo que tenemos. A veces hay que decirlo de forma lúdica. Violeta Parra se agarra de una tradición oral que se llama jerigonza, ¿la conocen? Y hace esta canción que se llama Mazúrquica modérnica. Es una forma con ca y co:

Video: Mazúrquica modérnica,
por Violeta Parra
(C) ARCI Music Chile

Le he contestádico al preguntónico
(Le he contestado al preguntón)
cuando la guática pide comídica
(cuando la guata [panza] pide comida)
pone al cristiánico firme y guerrérico
(pone al cristiano firme y guerrero)
por sus poróticos y sus cebóllicas
(por sus fijoles y sus cebollas).
No hay regimiéntico que los deténguica
(No hay regimiento que los detenga)
si tienen hámbrica los populáricos.
(si tiene hambre el pueblo).

Esa es la lírica de las canciones que tienen charango. Entonces tú te traes con el charango, pero yo empecé a escuchar y comprendí que lo que dice tiene razón. 

Varias matáncicas tiene la histórica
(Varias matanzas tiene la historia)
en sus pagínicas bien imprentádicas
(en sus páginas bien impresas).
Para montárlica no hicieron fáltica
(Para montarla no hicieron falta)
las refalósicas revoluciónicas.
(las refalosas revoluciones).
El juraméntico jamás cumplídico
(El juramento jamás cumplido)
es el causántico del desconténtico
(es el causante del descontento)
ni los obréricos ni los paquíticos
(ni los obreros ni la policía)
tienen la cúlpica, señor fiscálico.
(tienen la culpa, señor fiscal).

Violeta Parra tenía tres enemigos claros, es decir, identificó a nuestros enemigos: la iglesia, el Estado y la burocracia. Esos son los enemigos de la gente común, de la gente que vive de un salario. Es poco musical lo que estoy diciendo pero es cierto. [Risas]. Desde su infancia, mi hermana hizo una investigación de 20 años sobre el trabajo de Violeta. Mientras yo jugaba y hacía tareas ella estaba escuchando y copiando las canciones y se aprendió ciento y tantas canciones de la Violeta Parra con todos sus tutíos y yo, haciendo mis cosas, agarraba la guitarra . Ella en su lírica es bastante filosa y eso hizo mella en un hombre que es un mártir, que es Víctor Jara. También en los jóvenes de aquel momento como [los integrantes del grupo] Inti - Illimani, Quilapayún, y acá tenemos un testimonio del charanguista de Inti - Illimani, Horacio Durán

Hola, me encuentro en Chiloé, lugar donde vivo hace muchos años. Freddy me ha pedido que haga una breve consideración sobre el charango en Chile. Hemos tenido cambios profundos, diría yo, que significó en nuestro país. Llegó la música andina en los años 50 y después nosotros y muchos grupos como Quilapayún, Illapu, por nombrar solamente algunos, Violeta Parra, que miraron esos instrumentos con un amor que nos cargó profundamente y bueno...el sonido del charango junto con otros instrumentos clásicos y tradicionalmente, centenarios, de los pueblos de los Andes, nos penetraron. Pero el charango, por una razón más de estudio, de un análisis más profundo, quedó como un "imán" de sonido del canto profundo . Algunos dicen "revolucionario", para algunos fue una gran revolución la presencia del charango en el mundo de la música en nuestro país, Chile. 

Fotograma del video con el testimonio de 
Horacio Durán

Es entusiasmante pensar que después que existió la dictadura, ese hombre Pinochet en Chile, el charango quedó, de alguna manera, en el corazón subterráneo de los jóvenes de Chile y muchos de nosotros, los grandes tuvimos que exiliarnos, arrancar [escapar] e irnos. O quedar simplemente exilados, porque estábamos de viaje. Pero el charango, de alguna manera, esa esencia que ya tenía, se transformó a partir de toda esa etapa que mencioné antes, en una especie de pequeña llamarada que encendió la pradera de la creatividad en los jóvenes. Pero también es algo que sería oportuno que otros lo estudiaran, otros lo vieran a fondo, porque, sin lugar a dudas, amamos algo que llegó de los Andes, de los pueblos andinos, y nosotros lo hicimos propio con el [grupo] Inti-Illimani. Tremendo recorrido que pudimos hacer, y sobre todo aquellos jóvenes que, Freddy Torrealba, sin ir más lejos, dieron sentido por completo, continuidad y riqueza a ese instrumento que es el charango. 

Junto a Freddy hay miles de jóvenes en todos los rincones de nuestro país que han incorporado a sus propias vidas y a su actividad musical este instrumento maravilloso que sigue enriqueciendo aquel sonido en este rincón tan cercano, lo más hermoso que cruzó los Andes. Un abrazo a todos, muchachos. Chau.

[Aplausos].

Víctor Jara era amigo de Horacio y era como todo este grupo, porque era la Nueva Canción Chilena un movimiento maravilloso. Todos estos aportes son el principio de cualquiera que quiera encantar a un niño, a una niña, a un señor, a una señora, a un anciano, a una anciana. Enseña esta canción y el charango va a ser parte de su vida:

Video: La partida, por Víctor Jara
e Inti-Illimani
(C) Sucesión Víctor Jara

No podemos escuchar la canción entera, pero hagan el ejercicio en su casa: pongan su música en la cocina, a toda la casa ponerle música. De este conglomerado de gente las disciplinas también comienzan a unirse: el teatro... Víctor Jara era director de teatro, no era músico. Él desarrolló su musicalidad en un evento en Rusia: unos vestuarios se echaron a perder y él salió a bailar con guitarra y quedaron todos impresionados, impactados con la facilidad y la afinación que tenía. Él se hizo cargo de un grupo que se llamaba Quilapayún, visualmente: les puso ponchos y todo eso. Pero no sólo eso sino que también contribuyeron a incursionar en la historia, de Chile en este caso, y removieron unos papeles viejos de la historia que están omitidas "casualmente" por los historiadores oficiales, de una masacre que ocurrió en el norte, en la escuela Santa María de Iquique. Y eso dio origen a una cantata, "Cantata Santa María de Iquique", donde los instrumentos que usan...adivinen quién está presente: el charango. El charango es como un sonido prístino, cristalino. Es un sonido que encanta, aunque la canción que toque es muy triste, enseguida el  sonido del charango la sostiene para escuchar la historia. 

Video: Vamos, mujer
(Luis Advis) por Quilapayún
(C) 1970 Quilapayún

¿Conocían la obra "Cantata Santa María de Iquique"? Si alguien no la conocía, se las recomiendo, al igual que [el libro] "Las venas abiertas de América Latina" [de Eduardo Galeano]. Quien no lo ha leído, tarea para la casa. Así se genera todo este movimiento latinoamericanista en la música, en donde se incorporan charango, quenas, zampoñas, bombo, y llegamos a hacer un festival, que se llamó "Festival de la Nueva Canción Chilena". Lo ganó Víctor Jara con una canción que se llama Plegaria a un labrador. Y llegó con esto el gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende, el último Presidente democrático, elegido democráticamente porque después vinieron "sorpresas". En las canciones de campaña adivinen qué instrumento andaba metido...

¿Vieron la imagen teatral de los músicos? Eso es [obra de] Víctor Jara, porque aportó no el color negro pero sí los ponchos, el mirar p' aquí y p'acá. Y cuando uno toca, uno toca nomás. [Eso ya sería] el paso siguiente... Canción del poder popular:

Video: Canción del poder popular
(Julio Rojas - Luis Advis)
por Inti-Illimani
(C) Inti-Illimani

Melvin Velásquez: Uniendo estas cosas con el aspecto más diantónico, Chile viene a ser un país hacia la segunda mitad del siglo XX que se va convulsionando socialmente, se va produciendo un proceso de politización ascendente con cada vez más participación popular, reformas a la ley de elecciones que permiten que más personas puedan participar en las votaciones, progresivamente. Se llega al máximo de participación electoral precisamente en la elección de Salvador Allende (1970) y todo este proceso de politización se va viendo reflejado en la música. Ya lo decía Freddy con la participación de Violeta Parra. Entonces el charango comienza a estar en la escena de la denuncia social. En la música que aparecía recién acá, en la "Cantata Santa María de Iquique" no es casualidad que sean instrumentos andinos los que se utilizaron para hacer esa denuncia, porque en realidad tiene una idea de poner algo latinoamericano como genuino, original, ¿cierto?, propio del pueblo, propio de acá y no algo de Europa. Entonces el charango va teniendo ahí un espacio junto, como dice Freddy, a la quena, a la zampoña y a los demás instrumentos que van haciendo que se pusiera en el centro de la escena de la difusión pública. Y este crecimiento de la participación social tanto en la cuestión electoral, la politización de la sociedad va de la mano de estos instrumentos que van logrando identidad con el pueblo, con la gente, con la actividad campesina. Víctor Jara es una persona que vino del campo a la ciudad y trae todo un acervo que viene de la música campesina, así como las recopilaciones de Violeta Parra, en el centro del campo chileno. En el centro-sur no se utilizaba el charango y ella, después de toda esa recopilación musical, tiene elementos para componer y decide utilizar el charango por varias razones, entre otras el elemento práctico: puede acompañarse la voz con un instrumento fácil de transportar y utilizar.

Melvin Velásquez

Llama mucho a la creación, la difusión del pueblo, la  forma de afinación, la estructura del instrumento como para jugar con él, y eso le permite a Violeta Parra asociar sonidos interesantes y acompañarse en canciones como Gracias a la vida, por ejemplo. Esto nos lleva a fines del gobierno de Salvador Allende con el golpe de Estado [11 de septiembre de 1973] y una identidad con el charango fuertemente cuestionada desde los grupos conservadores que, obviamente, propiciaron el golpe de Estado, y lo llevan a estar en un estado de prohibición, formalmente, con un bando militar. Una de las primeras cosas que hizo la junta de gobierno una vez hecho el golpe de Estado fue mandar bandos militares, los cuales eran órdenes que se daban a la población civil, y uno de ellos fue la prohibición formal de la quena, la zampoña, el bombo y, por supuesto, el charango, que eran voces--por su porte--de la denuncia social que se había ido dando hasta el gobierno de Salvador Allende. 

Video: La exiliada del sur
(Violeta Parra - Patricio Manns)
por Inti-Illimani
(C) 1974 Inti-Illimani

Freddy: Esta canción se llama La exiliada del sur y, como muchas otras, esta es de Patricio Manns. El charango empieza a tener presencia en cualquier canción, casi casi. Me acuerdo de la vida que había cuando estaba el gobierno de Salvador Allende. Yo era niño, tenía 4 o 5 años, y era otro el lugar a donde íbamos. Nos quitaron todo eso . 

Video: Casi casi
(folklore boliviano)
por Víctor Jara
(C) 1967 EMI Music Chile

Quizá para ustedes...aquí en Argentina se escucha, pero eso no se escucha en Chile desde hace 47 años. Después del regreso a la democracia ya no...La constitución hecha por militares no es democracia. Después del fin de la dictadura militar siguió una "dictadura cívica" y tampoco se volvió a escuchar el mismo equilibrio que en mi infancia, y menos música de otros países [latinoamericanos]. Entonces vino este oscurantismo y, por detrás de la muralla, clandestinamente, nos juntábamos jóvenes y gente mayor también a escuchar canciones que Inti-Illimani o los Quilapayún grababan en el exilio y que pasaban como tráfico de cultura. 

Video: Canto a los caídos
(José Seves - Jorge Coulon - Luis Advis)
por Inti-Illimani
(C) 1975 Inti-Illimani

Empieza a surgir el movimiento musical, una cosa que es como el agua, como que no se detiene. No importa lo que esté pasando, no se detiene: sigue buscando su curso hacia el mar del sonido. Y empiezan a sonar cosas así:

Video: El Mercado de Testaccio
(Horacio Salinas)
por Inti-Illimani
(C) 1981 Inti-Illimani

Video: Vuelvo para vivir
(Andrés Márquez) por Illapu
(C) 1991 Illapu

Illapu. Pero no sólo los Illapu, Inti-Illimani...Hay un hombre que está muy enamorado de la música argentina, que se llama Quelentaro. Ellos [los hermanos Gastón y Eduardo Guzmán] hacían coplas al estilo de Jorge Cafrune, de José Larralde. Esa era su pasión. Lo llevaron allá ese relato social... impresionante. Vamos a escuchar esta canción que se llama Lonconao, en vivo en el año 1985 en el Teatro Gran Palace, donde registrados entre el público había policías de civil, los tipos sacando fotos, registrando patentes de quienes asistían a esos eventos culturales. Y adivinen entre los instrumentos que acompañaban a este hombre qué instrumento había...

Video: Lonconao
(Eduardo y Gastón Guzmán)
por Gastón Guzmán [Quelentaro]

Es tanta emoción haberlo visto...no voy a llorar pero...el hombre ese [Gastón Guzmán] tenía fuerza, tenía garra y no se quiso ir exiliado. "No", dijo. "No me voy". Y contra su propia vida se quedó, nunca tuvo pega [trabajo], super aterrado con su gente, y esas eran sus letras con su hermano [Eduardo]. Él sí se exilió porque era quien escribía de puño y letra. Tú puedes quedarte debiendo dinero en Chile a una tienda grande y a un banco y no vas preso, sólo que no te van a pasar [prestar] nunca más plata. Pero si tú das un cheque donde tú firmas, sí vas preso por tener tu firma. El hermano que escribía tuvo que exiliarse, sino lo hubiesen victorjarizado. 

Vamos a ver las luchas sociales de que cada uno quiere, qué quiere y para dónde va. Nos quedan como 14 canciones... [risas]. Ya. ¿Alguien tiene alguna pregunta?

Público: ¿En qué año se grabó la Cantata "Santa María de Iquique"?

Freddy: 1969 - 1970. Quien hizo los arreglos [y la compuso] fue Luis Advis, quien ya falleció. 

Esta música la trajo Illapu antes de que se cambiara el formato a fusión, cuando venían del norte [Antofagasta] y tocaban juntos:

Video: Baguala india
(Osvaldo Torres- Roberto Márquez)
por Illapu
(C) 1975 Illapu 

Díganme si no ha de ser atractivo  el querer tocar un charango, una quena, una zampoña. Y así mismo como joven uno empieza a incursionar en el instrumento. Después, no sé por qué razón, pero siempre la gente que toca el charango...no sé si han escuchado charanguistas de derecha [risas]. Es como conocer, allá en Chile decimos "más raro que un paco [policía] de Fuerzas Especiales que sea rubio". Son pura gente del pueblo la policía. Acá puede ser por una cuestión de genética, pero en Chile no...

Público: Freddy ¿puedo hacer una pregunta? Lo comparo con lo que toca Tomás Lipán, El seclanteño.

Freddy: Claro, el folklore no atrae, pero después nos hace ver de qué se trata. No sé si será por culpa del charango pero por ahí va, siempre está el charango metido. Cuando terminó la época de la dictadura ya todo el mundo estaba claro que había una dictadura. Al principio ellos llegaron "a salvar Chile". No me salves más...

Video: Se están quedando solos 
(Osvaldo Torres) por Illapu
(C) 1988 Illapu

Eso más todo lo que se viene, que no lo pude documentar. Voy a dejar unos testimonios de jóvenes que están en el ámbito del charango y la docencia porque dentro de la invisibilidad a la que quedamos sometidos por dictadura y durante la dictadura, como buenos salmones contra la corriente seguimos río arriba y somos muchos. Somos pocos en proporción, pero existimos todavía y esta es la prueba: aquí están ustedes, contra el sistema. Y aquí la declaración de Fernanda Mosqueda:

Yo soy Fernanda Mosqueda, una charanguista que nació en el año 1985, en plena dictadura militar en Chile. Para mí y para los de mi generación, el charango, la quena, la zampoña han estado asociados a la izquierda revolucionaria. De hecho, en algún bando militar oficial, alguna vez en la dictadura se prohibieron estos instrumentos "por subversivos". Así que para mí, que nacía en ese tiempo, estos instrumentos tuvieron siempre ese estigma. Luego llegó la democracia en Chile. Sin embargo, estos instrumentos quedaron ahí, representando un poco un tinte político más llevado hacia la izquierda y además, en situaciones de peñas solidarias, de comunidad, de canto en la micro [autobús], de resistencia. 

 Fernanda Mosqueda

Las canciones que se componen y que se tocan con el charango muchas veces tienen letras que tratan de lo social, de la rebelión, de la oposición. El charango ha quedado con ese color un poco rojo; sin embargo, también hoy en día se ha desarrollado como un instrumento universal y como un instrumento que puede desenvolverse en otros ambientes que no son los ambientes comunitarios que nombraba anteriormente, sino que son académicos y de música universal. Y eso es algo que me gusta mucho. Para mí, personalmente, el charango también fue mi propio instrumento de rebelión cuando era adolescente y empecé a tocarlo y quería seguir tocando. Me iba muy bien, tenía buenas notas, "tenía" que estudiar Ingeniería u otra cosa y yo no, yo solamente quería tocar charango. En algún momento estudié música, y agradezco un poco también eso, ese carácter que tiene este instrumento porque me hizo sacar fuerzas y poder decir "yo me quiero dedicar a esto", Así que sí, el charango revolucionario pienso que ha sido muy importante en mi vida.

Mi nombre es Gonzalo Bermúdez, soy profesor de música. Vivo en la isla grande de Chiloé, específicamente en la ciudad de Chonchi. El charango ha sido muy importante en mi formación como profesor. Desde muy pequeño escuché su sonido en el charango de mi tío, un charango de quirquincho. Este sonido me llevó a tomar el instrumento y poder sacar algunas melodías ahí. Posteriormente, en mi adolescencia, comencé a participar en distintos grupos folklóricos andinos, en los cuales me desempeñaba como instrumentista de charango. El paso del tiempo ha llevado a abrirle camino al charango a tal nivel de que elegí una carrera, la carrera de Pedagogía, en la Universidad Vicente Pérez Rosales, específicamente por impartir la música latinoamericana, la cual tenía como rango al charango. 

Actualmente el charango ya ha abierto un camino importante, se han logrado bastantes cosas con el charango a nivel internacional y en Chile. Sin embargo, existe todavía cierta censura que yo he vivido personalmente: en el lugar donde trabajo ha sido censurado este instrumento por mucho tiempo. Me han pedido por favor que no interprete piezas en este instrumento, e incluso me han pedido que no traiga charanguistas a presentarse al colegio, ya que "el charango es un instrumento subversivo". Creo que si bien es cierto que es un instrumento que ha estado presente en los movimientos políticos y sociales en nuestro país, no debería existir en esta época ya tal nivel de censura, siendo que la música traspasa cualquier frontera. Es lamentable que aún exista este tipo de situaciones, ya que los estudiantes merecen conocer los distintos sonidos, los distintos timbres, las raíces de su país, la cultura que tenemos y así también ellos poder formar personalmente su propia idea musical y política. 


Freddy: Ya casi estamos terminando, por una cuestión de tiempo, me quedan un par de videos. ¿Alguna pregunta o alguien quisiera saber...? Igual vamos a tocar un par de canciones con Melvin para mostrar que también el charango en sí mismo se va autorrevolucionando, se va rebelando contra sí mismo. 

Santiago: Cuando pasaban estas canciones me ponía a pensar: vos hablabas del lugar que ocupó en su momento el charango en el movimiento de la Nueva Canción: esos sonidos fueron populares, el charango naturalmente, y que después, en dictadura, todo esto se acalló y nunca volvió a ser o a recuperar [esa popularidad] y que acá [en Argentina] eso es diferente. Yo me pregunto si acá verdaderamente es diferente. Me acuerdo cuando era pibe ir arriba del auto del papá de un amigo, un militante social, y escuchábamos Qué culpa tiene el tomate, de Quilapayún. Era la "banda sonora" de su juventud. Me pregunto cuál es la "banda sonora" hoy en Chile. Porque las músicas pueden cambiar, pero la resistencia sigue existiendo. Entonces ¿cuál es la "banda sonora" hoy en día de la juventud en Chile de esa resistencia?

Freddy: Es difícil responder con exactitud porque cada uno está con su "banda sonora" en la mano. Entonces, Belén Jara puede ser una respuesta:

[pasa un video de una joven cantando y acompañándose con un charango, que toca al estilo rockero].

Freddy: No se entiende bien porque lo grabó con el teléfono, pero los jóvenes están teniendo su propia "banda sonora", haciendo su propia música con el instrumento que tenga a la mano y de casualidad con el charango. 

Público: Quería preguntar sobre lo que comentó Gonzalo Bermúdez en cuanto a las escuelas de la isla de Chiloé: ¿no tienen permitido invitar a charanguistas en las escuelas, y si eso se extiende a todo Chile?

Freddy: No, no. Fueron casos antojadizos. Una persona que tiene rango abusa del poder de su cargo y porque a la señora no le gustaba, y yo era al que estaba invitando Gonzalo. Fui a tocar la semana pasada a ese colegio y la señora me exigió el alcance pedagógico, la planificación y los resultados de los alumnos. Y se lo dimos todo. La directora, que era una señora inglesa, estaba muy contenta, y el capitán de la Armada del colegio (un colegio técnico profesional) esta impactado. Decía: "¿por qué nunca escuché esto?". De verdad. Y los niños se sacaron los audífonos y escucharon. Eso, te digo como músico, fue bien provechoso, y la señora tendría que vivir con su tristeza al respecto, porque ya no funciona el país como ella estaba acostumbrada. [Risas y aplausos].

Público: Vos dijiste que en Chile, en el año 73 estaba prohibido. Y acá también, vino como un rebote en el año 74, cuando se prohibieron el charango y la quena. Eran instrumentos "subversivos". De hecho, en el año 76 había una casa muy interesante, que fue la Casa Latinoamericana, donde estuvieron los mejores grupos [y solistas de esa época], desde Mercedes Sosa, Opus Cuatro. Ese año le pusieron una bomba. Y ahí despareció la Casa y el dueño emigró, se fue, así que...

Freddy: Sí. Lamentablemente los tipos trabajaron unidos, se llamaba Operación Cóndor, donde esta música les conducía a  donde ellos querían destruir. 

El charango tiene una tradición; después pasa a la ciudad y comienza a rebelarse y, no es que uno ande de revolucionario por la vida, pero buscando, investigando, va encontrando cosas, y después de te dicen "eso no es para el charango". Hay dos tipos de persona: los que hacen y los que no hacen pero huevean a los que hacen. Usted decide de cuál de los dos es parte. Si la gente se enoja es mejor todavía, porque significa que te están poniendo atención, por último. 

A continuación, Freddy y Melvin comparten con el público tres interpretaciones: la primera de ellas es la Invención N° 4, de Johann Sebastian Bach (1685 - 1750) más dos obras populares que compartimos en formato audiovisual:

Video: Taquito militar
(milonga - candombe de Mariano Mores)

La música mapuche no tiene cuerdas. Bueno, tiene el trompe, pero fue raído de afuera. Es un instrumento de cuerda percutida y de viento. Curioso el trompe. Y tiene un ritmo de guerra: las rogativas son "tata, ta, ta, tan", "tata, ta, ta, tan". Las rogativas son los agradecimientos. Pero cuendo estaban en guerra era "pápara, pápara, pápara, pápara, papa, papam...". Convivían con una guerra de 350 años y cada cierto tiempo paraban de pelear, y de repente empezaba a sonar eso. Entonces yo hice esta canción que se llama Puelche, que también va a contar que no tiene cuerda la música mapuche. 

Video: Puelche, de F. Torrealba

Santiago: Gracias, Freddy y Melvin. Gracias a todos por acercarse. Los invitamos a las 17 horas en la Plaza Seca , donde está la Feria de Luthería. Tenemos el espacio de Charango Espontáneo 

Freddy: Oye, muchas gracias. Hicimos la prueba de sonido de la Orquesta y siguen las actividades abajo, en el hall central. No traje libros, no traje discos, no traje nada [risas] pero por ahí voy a sacar un libro que se va a llamar "Más piezas para el charango".

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