Luis Mery clasificó con dos temas al Concurso de
composición musical “Luis Advis”: “Nuevos vientos”, en “música folklórica” y “Pewen”
en “música popular”. Ambas forman parte de su segundo disco “Composiciones para
charango” (2012).En esta segunda parte de la entrevista realizada en Coquimbo,
Chile, el compositor e intérprete serenense nos comparte sus inspiraciones para
las melodías que componen este interesante trabajo.
Pewen
Es un homenaje al pueblo mapuche,
tengo mucha admiración por él, por sus luchas, por sus reivindicaciones. De
hecho mis hijos se llaman Nahuel y Rayen,
que son dos palabras mapuches que de alguna manera trato de mantener, de
preservar, y no falta quien me pregunta qué significan esos nombres.
Nahuel
Es un homenaje a mi hijo de dos años, quien
aparece en el disco. Charango con cuerdas metálicas. Especie de fuga, misma
melodía alternando charango primero y charango segundo
Maestro Pastén
Jorge Peña Hen (La Serena, 1928-
1973) es precursor de la Escuela de Música Latinoamericana, de las orquestas en
los colegios. Peña Hen fue un soñador que trabajó con el Maestro Pastén. Don
Jorge dijo que en el mundo había muchos niños con talento musical, o sea, pescó (se dio cuenta) y se fue a meter en
todas las poblaciones marginales y tomó
niños talentosos y se los llevó, creando la Orquesta de Niños de La Serena. La
asoció a la Escuela de Música Experimental que hoy día lleva su nombre. Jorge
Peña Hen no tenía plata para comprar instrumentos (estamos hablando de los años
60 y algo), entonces le traía un violín al Maestro Pastén, que trabajaba en la
Universidad y le decía: “mire, así son los violines. Háganos uno así”. Y este
Maestro Pastén le hacía violines, así, con madera. Lo que él quería es que los
niños estudiaran la técnica del instrumento, no le importaba tanto la
sonoridad. Quería que el niño aprendiera a tocar el arco, la posición de la
manito…Entonces el maestro le hacía estos violines rústicos, violas,
cellos…todo lo hacía el Maestro Pastén. Cuando me contaron esa historia yo
sentí una gran admiración por este señor. A Jorge Peña Hen lo mataron en la Caravana de la Muerte, aquí en el
Regimiento Arica: lo fusilaron. De regreso de uno de estos viajes con los
niños a Cuba lo acusaron de haber traído
armas dentro de las fundas de los instrumentos. Pienso que quienes lo acusaron
no pensaron en las consecuencias que ello traería para Jorge Peña Hen.
Sentí mucha
admiración por este caballero, el Maestro Pastén; cuando yo estudiaba música él
estaba allí, en los pasillos, y yo le decía: “Maestro, ¿cómo está” y cuando
estaba más viejito, ya a punto de
jubilar, no veía bien. Yo estudiaba en la Universidad y trabajaba, ya tenía mi
autito, así que le decía: “Ya, suba, Maestro, que yo lo voy a dejar en su
casa”. Desde mi tribuna muy humilde, un pequeño reconocimiento. Y cada vez que
puedo, cuando doy un concierto, cuento la historia del Maestro Pastén, para que
se conozca. Siempre se habla de Jorge Peña pero ha habido mucha gente que lo ayudaba
en sus proyectos, y entre ellos estaba el Maestro Pastén.
Jorge Peña Hen en 1970
(foto: Wikipedia / Dominio público)
Romero con olor a Parra
Es un
profesor de música que me acercó al mundo del charango. Se llama Luis Romero
Parra, entonces a este tema yo le puse “Romero con olor a Parra”. Posee un solo
de charango. Yo le dije a un allegado: “necesito que el profesor Romero vaya al
concierto”. Lo importante es que llegó el momento de tocar, me siento, miro así
de lado y lo veo que estaba sentado. Y viene el momento de tocar “Romero con
olor a Parra”. Y cuento la historia de mi relación con mi profesor de música;
hasta hoy día siento un gran respeto por él. Y lo tocamos. Después el viejo se
me acercó, estaba feliz. Me abrazaba, me decía: “Lucho, te pasaste, nunca pensé
que alguien podría hacerme algo así”. Le pasé un disquito y se lo dediqué con
admiración.
Nuevos vientos (autor: Francisco Vergara)
Francisco me
comentó que le había puesto “Nuevos vientos” porque sentía que en su vida
venían nuevos cambios, otras oportunidades, presentando nuevos proyectos.
Luis Mery
Canción para Segundo
Cuando
estaba trabajando en este disco se murió uno de mis mejores amigos de la
Universidad, que fue Segundo Uribarren, y él era muy amante de la saya, del
caporal, de Los Kjarkas, le encantaba toda esa música. Tomaba una guitarra y te
tocaba la discografía completa de Los Kjarkas; el hombre le ponía talento y
emoción, con un vaso de vino…era un tipo muy especial. Tocaba bronces, se iba
para Ayquina, San Pedro de Atacama, a la Fiesta de la Candelaria o a Andacollo,
y podía estar dos o tres días tocando bronces, trompeta, y bailaba en la fiesta
de la Virgen… Un tipo muy alegre. Yo perdí contacto mucho tiempo con él.
Después por unas fotos por ahí lo vi medio mal, pregunté a otros amigos, y al
final él estaba alcoholizado. Perdió vínculos. Yo preguntaba: “Oye, ¿y el Negro?”
“No, el Negro está mal…”, y una vez que yo venía conduciendo me llaman y me
cuentan: “Oye, se murió el Negro”. Yo agarré mi bus y me fui para Copiapó,
porque él era de allí. Se había muerto de cirrosis al páncreas. Murió joven,
más joven que yo, unos treinta y cinco años tenía. Yo estaba trabajando en este
disco y me faltaba un tema. Una noche me senté aquí, cuando la familia ya se
había ido a dormir, me puse a tocar y surgió un tema pa’l Negro. Hice un intento
porque fuera un tema alegre pero no salió así porque yo tenía mucha pena, era
un gran amigo, así que salió una tonada bien melancólica.
Teresita
Teresita
Gachón es una folklorista de aquí, de La Serena. Cuando nosotros entramos a
estudiar música, la malla curricular dentro del primer año incluía Folklore. Tú
te imaginas que los jóvenes que entran a estudiar música no le encuentran mucho
sentido al folklore… Los que entran a estudiar música es porque les gusta la
pedagogía y la música. Queríamos tocar instrumentos y toda esa cuestión. Te
ponen a bailar cueca, tonada, y como que nosotros no valoramos el aporte que
realizaba esta profesora, todo lo que nos enseñaba. Y yo siempre pensé que esa
asignatura debería estar al final de la carrera., porque además nos sirve mucho
para ejercer la docencia. De hecho yo sé bailar cueca, pero debería haber
conocido otras danzas. Y ella nos las enseñó en primer año, con lo cual como no
la valoramos, yo sentí en el proceso que ella había sido una tremenda pérdida,
un desaprovechamiento de nuestra parte. Pero a ella la sentí siempre muy
vinculada al folklore. De hecho yo no tuve una relación muy directa con ella,
pero ya en mi práctica me acerco y le digo “sabe, profesora, necesito unos
audios para mis clases de danzas” y ella me invita a su casa. Sentí que cuando
le hablaba de folklore ella sentía que era lo más maravilloso en la tierra. Era
una forma de reconocer su labor, aunque es una mujer cuya labor es muy
reconocida en la región. El grupo de músicos que lleva por nombre “Teresita
Gachón” es un homenaje a esta folklorista regional. Tiene una vinculación con
lo que han hecho Margot Loyola y Violeta Parra porque cantaba, tocaba,
investigaba. Yo le compuse una tonada.
Aruni (autor: Antonio Moreno)
Aruni es un
homenaje de Antonio a su hijo. Javier Aruni se llama.
Rockrroco (Luis Mery / F. Vergara)
“Rock” +
“ronroco”. Yo hice una cosa como “bien desordenada”. Tárara, tárara, tírara, como siete octavos, cinco octavos…y yo
decía: necesito algo bien potente, golpes de platillo, y una guitarra eléctrica
podríamos meterle. Entonces (Francisco) me dijo que él había compuesto un tema
con guitarra eléctrica y de hecho si ustedes escuchan el tema hay una parte que
comienza con un arpegio y en esa parte viene la guitarra eléctrica. La fusión
del rock con el ronroco da lugar al “Rockrroco”…
Andacollo
Andacollo
está muy vinculado a mí, porque he vivido varios años en esa comuna. Mi papá
está radicado en Andacollo. Es una tierra por la que yo siento mucho cariño
porque de una u otra forma nos dio el sustento. Estuvimos radicados seis o
siete años allí. Y después todas las fiestas íbamos. Yo sentí que de alguna
forma tenía que hacerle un reconocimiento a este Andacollo. Es un tema que
comienza con flautones chinos, que son muy representativos de ese baile con
tambor (Fiesta de la Virgen de Andacollo). Sobre esa base rítmica yo hice una
creación para dos charangos y guitarra.
“Hacer música también es un arte, hacer algo especial. Trato de hacer algo más, hacer llegar un mensaje, un concepto, una idea de vida, el reconocimiento a una persona, enseñar palabras, relatar historias. Detrás de toda obra tiene que haber algo. Si te preguntan por una obra no puedes decir “pucha, me levanté esta mañana, se me ocurrió y lo hice”. Te levantaste, sí, pero a lo mejor lo hiciste desganado o algo se te vino a la mente. La música no puede surgir sólo de un sentimiento de inspiración “mágica”. Tiene que haber algo más. Esto me ha traído satisfacciones en los conciertos, que si bien no duran más de media hora, pero todos estos otros elementos que van enriqueciendo la dinámica del concierto te dan una sensación de, más que estar como músico ante el espectador, como reunirte a conversar un poco, hablar de música y sobre esa base tocar. Como un complemento al diálogo, como un valor agregado. “
Para escuchar el disco:
Contacto:
Agradecemos especialmente a Luis Mery y Sergio Reyes Lagos