PÁGINAS

sábado, 18 de junio de 2011

Recital de Raíces Incas

El grupo Raíces Incas, creado por Jorge “Chiquito” Rodríguez en 1977 ha sido uno de los principales exponentes de la música de raíz folklórica andina en nuestro país. Habiendo editado varios discos en buena parte de Latinoamérica  y algunos países europeos y asiáticos—remarcando su gran éxito en Japón—este conjunto finalizó su primera etapa a mediados de los 80. Sus integrantes originales (Jorge Rodríguez, Hernán Pagola, Daniel Navarro y Gabriel Margariños) vuelven a reunirse en el año 2010, en plena revalorización de la música altiplánica.
Daniel Navarro, Jorge Rodríguez, Hernán Pagola y Gabriel Margariños
Asistimos al primer concierto  anual de la “Noche de Charanguistas”, celebrado en el Espacio Tucumán, la representación de esa provincia en Buenos Aires. Un recinto agradable y con el suficiente espacio como para disfrutar este tipo de eventos. El repertorio de Raíces Incas se compone de variados ritmos latinoamericanos: el carnavalito Flor de la leña, de Tejada Gómez y Kelo Palacio inicia el recorrido por el continente, mientras que el pasacalle Cae la noche, sopla el viento, que dio nombre al primer disco del grupo, afirma la profesionalidad de los músicos, que se alternan en cada melodía diversos instrumentos (cuerdas, vientos y percusión). Uno de los puntos más altos del recital ha sido el solo de charango de Daniel Navarro, interpretando El arriero, del maestro de maestros Mauro Núñez. Sus creaciones son verdaderos estudios para ese instrumento, combinando riqueza de matices y velocidades que requieren una gran dedicación para poder ser ejecutados. Ha habido también un homenaje a William Ernesto Centellas, compositor y charanguista boliviano (1945-2009), quien compuso más de 200 temas y grabó varios discos desde el año 1972. Su obra Volverás , de gran belleza, es interpretada con hondo sentimiento por Raíces Incas.
Daniel Navarro
También de Bolivia, el huayno Munasquechay, nos trae una sorpresa: la voz de Jorgelina Rodríguez que lo interpreta en quechua y en español, sintonizando perfectamente con el clima que crea el grupo en sus versiones de estos temas. De nuestro país, el cantante y compositor riojano Ramón Navarro, recordado por su participación en el grupo Los Cantores de Quilla Huasi, aporta su creación Mi pueblo azul, destacándose Jorge Rodríguez con su antara. Este instrumento acentúa el tono tranquilo y algo melancólico de la composición.

Jorgelina Rodríguez
“Chiquito” Rodríguez y su antara
            Otros temas destacados son Poncho ponchito, tocado con charango y ronroco (una variedad de mayor tamaño que el charango tradicional) y la conocidísima Canción y huayno, ambas del citado Mauro Núñez. La versión de Canción y huayno, presente en todas las giras del grupo, comienza con una lenta melodía en sikus hasta que el ritmo se va acelerando. Tras la parte cantada, una segunda parte ejecutada en quenacho y el final nuevamente en sikus demuestran la gran destreza del maestro Rodríguez en la ejecución de los vientos. Hacia el final, Gato quenero, donde Pagola y Margariños asumen los vientos, Rodríguez la guitarra y Navarro las percusiones.
Cierra el famoso El cóndor pasa, de Daniel Alomía Robles. El único bis estuvo protagonizado por la chacarera de Julio Argentino Jerez Añoranzas, siempre presente en las obras de los grandes grupos nacionales. Cabe destacar el excelente sonido de sala, a cargo de Horacio Salazar.

Espacio Tucumán: Suipacha 140, Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Teléfonos 4322-0010, internos 115 y 132
Raíces Incas: http://www.youtube.com/user/RaicesIncas#p/u/1/dFNW_u-5jqw

Próximos recitales:    12/08/2011: POLI GOMÍTOLO e invitados

viernes, 17 de junio de 2011

Víctor Jara canta por Travesura

Mediados de 1973. El cantautor Víctor Jara ha finalizado la grabación de su nuevo disco, “Canto por travesura”, compuesto por canciones picarescas del centro y sur de Chile. Su amigo Ricardo García, locutor y gran difusor de la cultura chilena, lo entrevista para una publicación de ese país. Pocos meses después, el golpe de Estado decreta el fin de una etapa de grandes cambios sociales, políticos y culturales en el vecino país. Víctor perece a manos de los militares y se desata una terrible represión. Con el tiempo, esta última entrevista se convierte en material histórico de gran interés. Aparece publicada en un libro junto a otros escritos de García, recopilados por José Osorio. Queremos compartir este material especialmente con los lectores argentinos, ya que no ha sido publicado en nuestro país. Y por supuesto, recordar a dos grandes protagonistas de la cultura chilena.

Víctor Jara según el fotógrafo Luis Poirot (foto gentilmente cedida por la Fundación Víctor Jara)


Víctor Jara canta por travesura (en su último disco)
por Ricardo García
(Revista Ramona N° 88)
                El nuevo long play de Víctor Jara trae canciones campesinas, con su buena dosis de picardía auténticamente chilena. Incluye adivinanzas, entretenimientos típicos  de nuestros campos. Una sola canción estreno: La Diuca (1). Por lo que casi titulamos “Víctor Jara muestra la diuca” (2), para seguir con el tono del LP.
                Hablamos como dos horas , pero, por el momento, aquí hay una pequeña muestra de lo que Víctor opinó y cantó.

                -¿Qué opinas sobre la eliminación de la parte folklórica en el Festival de Viña del Mar?
                “Otra careta más que se le cae a la derecha, que es la que maneja el Festival. Eliminan  la única expresión musical creadora, verdaderamente representativa de nuestro pueblo. Yo creo que la razón está en el desconocimiento, en la ignorancia más bastarda  que significa eliminar nuestra música. Es una actitud que merece nuestro repudio más absoluto”.
                “La mujer que a los cincuenta se siente sola, es que se le ha enfriado la cacerola” (“La edad de la mujer”)
                -¿La mejor edad de la mujer?
                “Cada etapa tiene cosas maravillosas. Esto en serio. No deja de ser hermosa la etapa de los 17, como es una excelente etapa la de los treinta, y como es también, profundamente valiosa la de una mujer de unos 45 ó 50 años, cuando ya es abuelita…y tú ves que ahora hay cada abuelita…”
                “La idea de hacer el disco me la sugirió un amigo, que me dijo: ‘Oye, ¿y cuándo vas a grabar esas canciones alegres, divertidas, que te he escuchado por ahí?’ Pensé que tenía razón, que los chilenos somos alegres, dicharacheros, con mucho sentido del humor… Por otra parte,  en este vaivén de la canción comprometida, en esta discusión diaria que hay sobre ella, me pareció que se le estaba dando importancia a unos materiales que no nos corresponden; una insistencia en incluir dentro de nosotros  unos ritmos foráneos que si bien son del patrimonio cultural latinoamericano, no podemos dejar de considerar como de fuera. Me pareció conveniente  hacer un disco con este material tan chileno, tan nuestro… Además, creo necesario recordar que no todo lo chileno es quena, charango y bombo… Creo que hay mucho del centro y del sur que no puede ser olvidado.
                ‘La beata’ la incluí en este LP porque creo que representa un verdadero sabor popular, una manera de sentir y de decir auténticamente campesina.  No creo que ofenda a nadie porque hemos  madurado en el conocimiento de nuestra propia literatura, de nuestra música, de nuestro folklore. La primera vez, en 1966, el disco fue prohibido porque hubo protestas de algunos medios católicos que, entonces, no comprendieron que no había intención alguna de ofender”.
-Bueno, en las “Tradiciones peruanas” de Ricardo Palma vienen muchos versos  por el estilo y nadie ha dicho que tan distinguido escritor esté ofendiendo a la Iglesia. A propósito, ¿tú eres bautizado y con primera comunión?
                “Mira, yo respeto todo sentimiento que sea auténtico, serio, y la religión me merece un profundo respeto. Claro, yo hice la primera comunión y me confesé y todo eso”.
                -¿Es cierto que anduviste en la Acción Católica?
                “Sí, cuando cabro (3), ahí en el barrio Blanco Encalada…ahí conocí a mucha gente macanuda, muchos cabros que todavía los considero mis mejores amigos, algunos de ellos dirigentes de cierto nombre… Yo estudiaba en el Comercial para ser contador, tal vez porque mi mamá tenía un negocito ahí en la Vega Poniente (4)”.
                -¿Es efectivo que después estudiaste para cura?
                “Estuve dos años en el Seminario de San Bernardo. Sí, quería ser sacerdote. Fue algo muy serio. Ahora, mirando hacia atrás, pienso que fue la soledad, el desencuentro con un mundo que de repente me pareció vació.       
                -¿Había muerto tu madre?
                “Sí, y ello significó la disolución de la familia. Yo me refugié prácticamente ahí buscando otros valores, otros afectos, tal vez algo que llenara ese vacío. Fueron dos años de mucho estudio, de mucha concentración. Ahí fue donde aprendí música… , había un coro, y por supuesto, yo cantaba ahí…”
                -¿Nunca antes habías estudiado música ni cantado?
                “Solamente había escuchado a mi mamá y a mi papá…Mi mamá tocaba la guitarra y cantaba mucho. Así que en el Seminario aprendí a cantar…
                Claro que a los dos años me di cuenta que la decisión era muy seria y que no debía seguir… que no tenía real vocación para sacerdote y que estaba ahí motivado por muchas otras cosas…”
                -Bueno, y cuando saliste del Seminario ¿seguiste estudiando otra cosa?
                “No, tuve que hacer el Servicio Militar…Imagínate, pasaba del convento, como quien dice, al regimiento. ¿Te das cuenta? Después de dos años fuera del mundo caes al Servicio Militar… Al comienzo me sentía re mal… Al primer día del servicio, todos en pelotita a bañarse… Puchas, yo venía de un lugar donde el cuerpo era algo así como un pecado, entonces te puedes dar cuenta de lo brusco del cambio… Claro que no me costó mucho ponerme en la onda de mis compañeros…
                Por todo esto, te repito, es que siento mucho respeto por quienes tienen un sentimiento, una fe, cualquiera que ella sea”.
En resumen, que por poco, en lugar de entrevistar a un cantante, tengo que entrevistar al padre Jara…


                 
(1)     La diuca (diuca diuca) es un ave pequeña muy común, presente en Chile, Argentina y otros países.
(2)     En Argentina equivaldría a “mostrar el pajarito”.
(3)     Cabro: niño
(4)     Vega Poniente: Mercado en la ciudad de Santiago de Chile.

Reportaje tomado del libro “Ricardo García. Una obra trascendente”. Recopilación de José Osorio Cubillos. Edición independiente. Santiago de Chile, 1996.

Agradecimientos especiales:
A la Sra. Viviana Larrea, hija de don Ricardo, que nos ha autorizado a reproducir el reportaje en estas páginas.
A la Fundación Víctor Jara, por la gentileza de brindarnos la fotografía que ilustra este artículo

sábado, 11 de junio de 2011

Fuego Indio en San Miguel

La Plaza de las Carretas, en las inmediaciones de la estación Muñiz (San Miguel, 40 km al norte de Buenos Aires), posee un anfiteatro donde se reúnen los aficionados a la música de raíz folklórica argentina. Los domingos suelen realizarse espectáculos de interés donde no falta el canto y el baile. Tuvimos oportunidad de asistir, el 5 de junio, al recital brindado por el grupo Fuego Indio, creado en 2001 y consolidado tres años después, mixturando experimentación y tradición.


            La combinación de instrumentos acústicos (vientos andinos, bombo) con guitarras eléctricas y batería generaba expectativa. Fuego Indio nos brindó un repertorio basado en zambas (como las conocidas Agitando pañuelos y Criollita santiagueña), chacareras, gatos y hasta un escondido que hicieron las delicias de los bailarines y el público oyente. Podemos decir que han sido muy buenas interpretaciones, destacándose  Diego Acosta en la ejecución de aerófonos andinos. Sin embargo, el formato instrumental del grupo no manifestó su gran potencialidad en arreglos y creaciones que pudieran destacarse de otros grupos dedicados a repertorios similares. Quizás el ámbito, propicio para las danzas nativas, no era el más adecuado  para mostrar experimentaciones sonoras más elaboradas. Pero sabemos que no sólo es posible sino también necesario avanzar en generar nuevos caminos para nuestra música de proyección folklórica. Por otra parte, el tiempo se hizo breve, no más de 10 canciones, ya que se presentaban otros conjuntos, por lo que creemos que el grupo supo adecuarse a las expectativas creadas por los anfitriones.
            Esperamos, no obstante, nuevas presentaciones de Fuego Indio para ahondar en la obra del grupo que, como dijimos, posee una gran potencialidad creativa.

Fuego Indio
Lucas Eduardo Ávila; guitarra, voz, charango y composición
Germán Meira: guitarra eléctrica y composición
Hernán Hinz: batería, bombo y voz
Diego Acosta: vientos andinos

Más información sobre Fuego Indio: http://www.mixpod.com/playlist/73147836 (muestras de canciones)
                                                                             http://www.fuego-indio.blogspot.com
Plaza de las Carretas: Avenida Presidente Perón y Conesa, Muñiz, partido de San Miguel
http://plazalascarretas.com.ar/